Punto 888 Los
obispos con los presbíteros, sus colaboradores, "tienen como primer deber
el anunciar a todos el Evangelio de Dios" (PO 4), según la
orden del Señor (cf. Mc 16, 15). Son "los heraldos del Evangelio
que llevan nuevos discípulos a Cristo. Son también los maestros auténticos, por
estar dotados de la autoridad de Cristo" (LG 25).
. Los tres oficios pastorales o triple función del Papa, los obispos y los presbíteros son enseñar, gobernar y santificar. La misión confiada por Cristo a los apóstoles y a sus sucesores está garantizada por la promesa del Espíritu Santo que Cristo envió a los suyos en Pentecostés. Esta misión se concreta en esa triple función. La misión de enseñar implica que para poder enseñar hay que poseer la verdad que Cristo ha puesto en manos de la iglesia. Esta misión de enseñar ha sido la que más escándalo ha supuesto porque muchas personas han visto en la iglesia una especie de supuesta imagen soberbia que se cree poseedora de la verdad. En nuestra cultura se pone todo en duda, dudas que pueden ser buenas para purificarse y aprender a confiar en Dios. Lo malo es cuando la duda se convierte en un estado de vida, a veces es cómodo dudar de todo, pues el que duda de todo no se compromete a nada y se queda en el sitio más cómodo. En nuestra cultura, pone nervioso el hecho de que exista una iglesia maestra de la verdad, una iglesia en la que Cristo ha puesto su verdad en su mano para enseñarla y proclamarla. Esto pone nervioso y en seguida se ataca a la iglesia como prepotente que te saca de la comodidad. Cuando todo es relativo, cuando todo depende, cuando no queremos conocer la verdad, podemos estar cómodos en la duda. Sin embargo no hemos sido creados para vivir en la tiniebla sino para ir conociendo y descubriendo la verdad hasta que lleguemos a gozar de la verdad plena en el cielo.
. Marcos 16,15: “y les dijo: id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación, el que crea y sea bautizado se salvará, el que no crea se condenará”. Jesús nos hace referencia a la enseñanza, el que acepte la enseñanza se salvará y el que rechace la enseñanza de esa iglesia está rechazando a Cristo mismo. La autoridad de enseñar no es que la tenga la iglesia, es que la tiene Cristo en su iglesia. La iglesia no tendría esa autoridad si Cristo no habitase en ella.
Punto 889 Para mantener a la Iglesia en la pureza de la fe transmitida por los apóstoles, Cristo, que es la Verdad, quiso conferir a su Iglesia una participación en su propia infalibilidad. Por medio del "sentido sobrenatural de la fe", el Pueblo de Dios "se une indefectiblemente a la fe", bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia (cf. LG 12; DV 10).
. El magisterio de enseñanza está al servicio de la palabra, es algo querido por Cristo. Jesús nos dijo “la verdad os hará libres”, por tanto el Señor nos quiere libres y nos pone un medio para enseñarnos la verdad dándole a la iglesia la capacidad de enseñar y proclamar su palabra. Quien vive en el error no es libre, es esclavo de muchas confusiones, esclavo de la oscuridad.
. Indefectibilidad significa que la iglesia permanecerá en pie hasta la llegada del Señor al final de los tiempos. Esto lo vemos por ejemplo en Mateo 28,19-20 “Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a cumplir todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”, es decir, hay una garantía, una promesa de que Jesús va a estar con la iglesia hasta el fin de los tiempos. No digamos nada cuando le promete a Pedro “las puertas del infierno no derrotarán a esta iglesia”, es otra promesa de indefectibilidad, de que la iglesia va a permanecer firme. Otra garantía la tenemos en Juan 14,16 “Y yo pediré al Padre que os envíe otro defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros” A esto se llama indefectibilidad, que el Señor ha prometido que la iglesia permanecerá a pesar de enemigos, luchas, heridas, avatares, hasta el final de los tiempos.
. La infalibilidad hace referencia a la asistencia del Espíritu Santo para que no caigamos en el error. El Señor no ha permitido que sus hijos permanezcan en el error, es una consecuencia lógica del amor de Cristo que se desposó con su iglesia, cuando se ama, el amor no tolera el error, no tolera vivir en la oscuridad y por lo tanto la prerrogativa de infalibilidad solamente se puede entender por un don del amor de Cristo hacia su iglesia y de Dios Padre hacia sus hijos.
Punto 890 La misión del Magisterio está ligada al carácter definitivo de la Alianza instaurada por Dios en Cristo con su Pueblo; debe protegerlo de las desviaciones y de los fallos, y garantizarle la posibilidad objetiva de profesar sin error la fe auténtica. El oficio pastoral del Magisterio está dirigido, así, a velar para que el Pueblo de Dios permanezca en la verdad que libera. Para cumplir este servicio, Cristo ha dotado a los pastores con el carisma de infalibilidad en materia de fe y de costumbres. El ejercicio de este carisma puede revestir varias modalidades:
. En el caso de la infalibilidad tenemos la garantía de que la iglesia será fiel a la palabra de Cristo, y la transmitirá sin desviación ni error en virtud de la promesa dada por el Espíritu Santo. Si la iglesia no trasmitiera con fidelidad la palabra de Cristo no podría cumplir su misión, que es la misión que Jesús le encomendó. Jesús le da a la iglesia la facultad de infalibilidad, hay una garantía en estar enseñando la verdad. Mateo 24,35 “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”, solamente la palabra de Cristo es infalible, y si la iglesia goza de esta prerrogativa de infalibilidad es solo porque tiene la misión de conservar la palabra de Cristo que es infalible. Por lo tanto la infalibilidad no surge de la iglesia, no emana de la iglesia, sino que es Cristo en la iglesia la que le hace infalible, la palabra de Cristo conservada fielmente en la iglesia es lo que la hace infalible.
. Ha habido doctrinas en la iglesia donde el magisterio de la iglesia ha tardado tiempo en proclamar como dogma de fe, como por ejemplo la Inmaculada Concepción, que eran creídas por todo el pueblo de Dios mucho antes de que el Papa lo definiese como dogma de fe, con lo cual ya era una doctrina infalible antes de que el Papa la proclamase porque todo el pueblo junto con sus pastores lo creía. Ahora bien, quizás era necesario formularla para evitar interpretaciones con fronteras difusas. El Papa no se saca las cosas de la manga, en el fondo recurre a la tradición y muchas veces ha sido antes el pueblo creyendo que la iglesia enseñando, el Papa no puede definir de repente como dogma de fe algo ajeno a la tradición de la iglesia. Se olvida a menudo que lo que pertenece a la fe es mucho más extenso que lo que está definido. La infalibilidad no es solamente aquello que está definido como dogma de fe, por ejemplo, la resurrección se considera infalible sin que sea necesario establecerlo como dogma de fe porque no hace falta proclamarlo como tal. Es decir, ha habido dogmas que se han formulado en la medida en que ha habido herejes formulando otras ideas contrarias, y la iglesia ha formulado dogmas para responder a esa herejía, para aclarar. Otros asuntos que no han sido negados nunca como la resurrección, la iglesia no ha tenido necesidad de formularlas como dogma. Aunque dogmas hay muy pocos, nuestra fe va mucho más allá que lo que está únicamente definido como dogma, nuestra fe se extiende por ejemplo a todo el Catecismo. No confundamos un dogma que responde a una circunstancia histórica en la que la iglesia salió frente a una herejía o respondió a una petición concreta, porque la fe de la iglesia infalible es mucho más amplia que lo que ha sido definido como un dogma de fe.
. La infalibilidad, que es la garantía de esa asistencia del Espíritu Santo, se concreta en los temas de fe y moral, la iglesia no es infalible hablando de otras cosas distintas, la iglesia no sería infalible si sacase un documento hablando de otros temas que no tengan que ver con la fe y la moral. También la infalibilidad del Papa no significa impecabilidad personal del Papa, el Papa como persona privada es un hombre sujeto a errores y a miserias al igual que los obispos, por lo tanto la infalibilidad la iglesia la tiene cuando habla, cree y enseña en temas de fe y de costumbres desligándola de la impecabilidad personal, porque podemos ser pecadores tanto los que creemos como los que enseñamos, tanto el Papa como los obispos.
. En una ocasión, en la iglesia se dio la discusión teórica de si podría darse el caso de que un Papa fuese hereje, y los teólogos se armaron un lío. Al final la conclusión de aquella discusión fue que si el Papa fuese hereje tenía que serlo únicamente a nivel privado, pero en la medida en la que él enseña públicamente ahí no tendría herejía, él cuando enseña como Papa estaría preservado de error. Se distingue el aspecto interno, personal y privado del Papa en el que él puede ser pecador, pero lo que el Espíritu Santo está asistiendo a la iglesia, aquello que el Papa enseña como sucesor de Pedro está preservado de error. Por lo tanto la infalibilidad entendida correctamente no es más que un servicio que Cristo ha provisto a su iglesia para que no se desvíe de la verdad.