lunes, 2 de mayo de 2016

Catecismo 880-881.La constitución jerárquica de la Iglesia. El colegio episcopal y su cabeza, el Papa I

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Punto 880 Cristo, al instituir a los Doce, "formó una especie de colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él" (LG 19). "Así como, por disposición del Señor, san Pedro y los demás apóstoles forman un único Colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los Apóstoles"(LG 22; cf. CIC, can 330).

. La estructura jerárquica de la iglesia es una continuación de la voluntad de Cristo, no surge de una delegación democrática. La razón de ser de la estructura de la iglesia es estar al servicio. Lo fundamental no es ser obispo, sacerdote o monaguillo sino que lo primero es ser miembro de la iglesia, incorporado a Jesucristo por el bautismo, formando parte de su cuerpo místico y siendo miembro del pueblo de Dios. Sólo después podemos hablar de una jerarquía. Jesús reprendió a sus discípulos diciéndoles que “el que quiera ser primero entre vosotros que sea el servidor de todos”, por lo tanto en la iglesia el primero es el servidor de todos.

. Cristo instituye a los doce, no a doce, sino a “los doce”. Ser los doce indica que hay una colegialidad, es ser los cimientos, es ser el nuevo pueblo de Dios en referencia a las doce tribus de Israel. Ese número tiene todo el simbolismo de la iglesia como colegio, como continuadora de ese nuevo pueblo de Israel. Luego se afirma que pone a Pedro al frente de ese pueblo. En el pasaje de Mateo 16,15 “Y vosotros, ¿quién decís que soy? –les preguntó.  Simón Pedro le respondió: –Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Entonces Jesús le dijo: –Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo”, curiosamente es Pedro el que se adelanta a dar la respuesta como si hablara en nombre de todos, como si fuera el portavoz. Tampoco es casual la presencia de Pedro en el Nuevo Testamento que aparece 144 veces, siendo Juan el siguiente apóstol que más aparece, que son 34 veces, es por tanto la capitalidad de Pedro evidente en todos los evangelios. De esos doce apóstoles se ha derivado el colegio de los obispos, éstos son sucesores de los obispos al igual que los Papas son sucesores de Pedro. El obispo de Roma es sucesor de san Pedro y el colegio episcopal es sucesor de los apóstoles.

Punto 881 El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16, 18-19); lo instituyó pastor de todo el rebaño (cf. Jn 21, 15-17). "Consta que también el colegio de los apóstoles, unido a su cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro" (LG 22). Este oficio pastoral de Pedro y de los demás Apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa.

. En este punto se ponen las bases bíblicas en las que está basada la doctrina sobre el colegio episcopal y sobre el Papa. En Mateo 16,18-19 “..tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella, a ti te daré las llaves del reino de los cielos, y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”, en el interior de la cúpula de la basílica de san Pedro están escritos estos versículos a lo largo de su perímetro. Hubo un cambio de nombre, ya no es Simón sino Pedro, Jesús tiene la voluntad con este cambio de nombre, de significar la vocación que le está otorgando a Pedro. El nombre en el mundo hebreo, el nombre designa la vocación que Dios le ha dado a esa persona, por ejemplo al hijo de María el ángel le dijo “le pondrás por nombre Jesús que significa salvador”, es decir, el nombre no es como nuestra cultura sino que significa un contenido, una vocación expresa. Igual que Jesús significa salvador, Pedro significa piedra, y Jesús le cambia de nombre a Simón por piedra.

. Igual pasa con las vocaciones religiosas cuando al entrar una persona por ejemplo en una congregación se ha mantenido la costumbre de cambiar el nombre de esa persona al ingresar en la vida religiosa como imitación de este pasaje del evangelio, es decir, ese nuevo nombre quiere significar la nueva vocación de consagración especial que Dios le ha dado a ese religioso. Jesús le dice a Simón que ahora es la roca, le significa, le da la vocación para ser la roca sobre la que edificará su iglesia. Jesús previamente a cambiarle nombre, le dice a Pedro, cuando éste confiesa que Jesús es el Cristo, el hijo de Dios; que eso que has dicho no te lo ha revelado la carne ni la sangre, es decir no es tu inteligencia, sino mi Padre que está en los cielos, es decir, eso no ha salido de ti, sino que te ha sido revelado por mi Padre, el Espíritu Santo te ha asistido, y por eso tu eres piedra. No eres piedra por tus cualidades personales, eres piedra porque Dios te hace instrumento de luz para los demás.

. Después de haberle prometido a Pedro que las fuerzas del infierno no prevalecerán sobre la iglesia que iba a edificar sobre él, vemos en Mateo 16,18-19 “Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo”, es por esto por lo que siempre hemos visto a san Pedro representado con las llaves en las manos como imagen de las llaves del reino de los cielos. El signo de las llaves en nuestra cultura lo hemos significado con el portero, y así a veces se hacen chistes de que san Pedro es el portero del cielo, sin embargo esto no es más que un chiste. El concepto bíblico de tener las llaves no es ser el portero, sino el tener el poder, la responsabilidad, el gobierno de la casa. Esto es fácil de imaginar viendo el famoso cuadro de la rendición de Breda, en el que aquél que se rinde entrega su llave al  que ha conquistado la ciudad, es decir, esa llave es signo del poder sobre esa ciudad. Las llaves significan el tener el señorío en la casa. A esto unimos la imagen del “atar y el desatar”, la palabra atar es una palabra que tiene muchas aplicaciones, por ejemplo en la fórmula de la absolución de los pecados que existió hasta la última reforma litúrgica se utilizaba esta palabra: “yo te desato de todas las ataduras”, es decir, se puede aplicar perfectamente al perdón de los pecados porque los pecados suponen una atadura del alma, una esclavitud del alma.


. Jesús instituyó a Pedro pastor de todo el rebaño Juan 21,15-17 “ Cuando ya habían comido, Jesús preguntó a Simón Pedro: –Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le contestó: –Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: –Apacienta mis corderos. Volvió a preguntarle: –Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: –Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: –Apacienta mis ovejas. Por tercera vez le preguntó: –Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro, entristecido porque Jesús le preguntaba por tercera vez si le quería, le contestó: –Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: –Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras más joven te vestías para ir a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá y te llevará a donde no quieras ir”.  En este texto, Jesús se encuentra con Pedro después de la triple negación, y la respuesta de Jesús es confirmarle en la misión que le había confiado antes de su pecado de negación. Jesús no se arrepiente de haberle confiado a Pedro su iglesia, Jesús ya contaba con su fragilidad, Jesús no se avergüenza de nosotros es infinitamente paciente con nosotros. Jesús confirma por tres veces a Pedro y sigue confiando en Pedro, Jesús confía en el hombre y en la iglesia sostenida por la gracia del Espíritu Santo. 

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