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Punto 10 “No es extraño, por ello, que, en el dinamismo del Concilio Vaticano II (que el Papa Pablo VI consideraba como el gran catecismo de los tiempos modernos), la catequesis de la Iglesia haya atraído de nuevo la atención. El Directorio general de la catequesis de 1971, las sesiones del Sínodo de los Obispos consagradas a la evangelización (1974) y a la catequesis (1977), las exhortaciones apostólicas correspondientes, Evangelii nuntiandi (1975) y Catechesi tradendae (1979), dan testimonio de ello. La sesión extraordinaria del Sínodo de los Obispos de 1985 pidió "que sea redactado un catecismo o compendio de toda la doctrina católica, tanto sobre la fe como sobre la moral" (Relación final II, B, a, 4). El Santo Padre, Juan Pablo II, hizo suyo este deseo emitido por el Sínodo de los Obispos reconociendo que "responde totalmente a una verdadera necesidad de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares" (Discurso de clausura del Sínodo, asamblea extraordinaria, 7 de diciembre de 1985). El Papa dispuso todo lo necesario para que se realizara la petición de los padres sinodales.”
Punto 10 “No es extraño, por ello, que, en el dinamismo del Concilio Vaticano II (que el Papa Pablo VI consideraba como el gran catecismo de los tiempos modernos), la catequesis de la Iglesia haya atraído de nuevo la atención. El Directorio general de la catequesis de 1971, las sesiones del Sínodo de los Obispos consagradas a la evangelización (1974) y a la catequesis (1977), las exhortaciones apostólicas correspondientes, Evangelii nuntiandi (1975) y Catechesi tradendae (1979), dan testimonio de ello. La sesión extraordinaria del Sínodo de los Obispos de 1985 pidió "que sea redactado un catecismo o compendio de toda la doctrina católica, tanto sobre la fe como sobre la moral" (Relación final II, B, a, 4). El Santo Padre, Juan Pablo II, hizo suyo este deseo emitido por el Sínodo de los Obispos reconociendo que "responde totalmente a una verdadera necesidad de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares" (Discurso de clausura del Sínodo, asamblea extraordinaria, 7 de diciembre de 1985). El Papa dispuso todo lo necesario para que se realizara la petición de los padres sinodales.”
. Este Catecismo ha nacido del Concilio Vaticano II,
para salir al encuentro del mundo. Igual que Cristo vino a nuestro encuentro,
la Iglesia ha querido salir a nuestro encuentro entregando este Catecismo. En
el Sínodo de los obispos de 1.985, se evaluó como iba el Concilio y se vio la
importancia de elaborar un Catecismo para ofrecer a todo el mundo cuál es la fe
católica. La fe católica formulada objetivamente para todos.
Punto
11
“Este
catecismo tiene por fin presentar una exposición orgánica y sintética de los
contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina católica, tanto sobre la
fe como sobre la moral, a la luz del Concilio Vaticano II y del conjunto de la
Tradición de la Iglesia. Sus fuentes principales son la sagrada Escritura, los
santos Padres, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia. Está destinado a
servir "como un punto de referencia para los catecismos o compendios que
sean compuestos en los diversos países" (Sínodo de los Obispos 1985, Relación final II, B, a, 4)”.
. El Catecismo va a lo esencial, no entra en cuestiones
que son discutibles, no entra en discusiones de escuela teológica. Va a lo que
es común a todo, al conjunto de la fe católica. Es la regla de cualquier
aspecto de nuestra fe.
. La exposición del Catecismo es orgánica, es un
conjunto, una sinfonía, una totalidad. Todas las verdades de fe están
conectadas unas con otras. La fe católica no puede ser “a la carta”, no es la
elaboración personal de cada uno según le parezca o convenga, o creer en unas
partes sí y en otras no.
. Es una exposición sintética porque no entra en
teologías, sino que se reduce a “esta es nuestra fe”. No entra en escuelas
teológicas. Es una exposición sistemática, hay un orden, se empieza por la fe,
luego por la liturgia, la moral y la oración, no es caprichoso, se empieza por
los cimientos y se edifica sobre roca de una manera ordenada.
. Las fuentes del Catecismo son cuatro: la Palabra de
Dios, los santos padres (de los siete primeros siglos), la liturgia: “eso que
oramos es lo que creemos”, y el magisterio que los Papas y obispos han ido
explicitando.
Punto
12
“El
presente catecismo está destinado principalmente a los responsables de la
catequesis: en primer lugar a los Obispos, en cuanto doctores de la fe y
pastores de la Iglesia. Les es ofrecido como instrumento para la realización de
su tarea de enseñar al Pueblo de Dios. A través de los Obispos, se dirige a los
redactores de catecismos, a los sacerdotes y a los catequistas. Será también de
útil lectura para todos los demás fieles cristianos.”
. El destinatario primero es el propio obispo en su
predicación de la fe. Para que exista una comunión entre todos y haya una
sinfonía en la fe. Para no confundir, para ser pedagógicos.
. Es para todos, pues su redacción y disponibilidad es
asequible para la gran mayoría de la población. Se nos invita por tanto, a
acceder a las fuentes de la fe.
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