Punto 170 No creemos en las fórmulas, sino en
las realidades que estas expresan, y que la fe nos permite "tocar".
"El acto [de fe] del creyente no se detiene en el enunciado, sino en la
realidad [enunciada]" (Santo Tomás de Aquino, S.Th., 2-2, q.1, a.
2, ad 2). Sin embargo, nos acercamos a estas realidades con la ayuda de las
formulaciones de la fe. Estas permiten expresar y transmitir la fe, celebrarla
en comunidad, asimilarla y vivir de ella cada vez más.
. Cuando hablamos del lenguaje de la fe, los enunciados, las
palabras, nosotros no es que la fe la pongamos en las formulas, en las
palabras, sino en las realidades que estas expresan, es lo mismo que las
imágenes, no ponemos la fe en las imágenes que son de madera o escayola sino en
lo que representan. Creemos en lo que las palabras expresan, pero no
podemos prescindir de las frases. No creemos en las imágenes y sí en lo que
ellas representan. Pero también necesito palabras e imágenes y lo que
representan, no debo prescindir de ellas, por lo que representan, pues
puedo caer en la tentación de crear un Dios a mi medida.
. Nuestro lenguaje es apropiado para hablar de las cosas de
Dios? pues sí, porque estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, y además
Dios mismo se ha hecho hombre en su infinita misericordia y ha utilizado
nuestros conceptos, se ha expresado con nuestras palabras, Jesucristo habló al
hombre con palabras. Siendo el lenguaje capaz de transmitir unas verdades, siempre
que hablamos de Dios, siempre nos quedaremos cortos.
. Nosotros le damos un gran
valor a las palabras del Credo, pero de ellas hay que llegar al encuentro de un
Dios vivo. Hay que conjugar la teoría y el experiencialismo, sumar el contenido
y la práctica.
Punto 171 La Iglesia, que es "columna y
fundamento de la verdad" (1 Tm 3,15), guarda fielmente "la fe
transmitida a los santos de una vez para siempre" (cf. Judas 3).
Ella es la que guarda la memoria de las palabras de Cristo, la que transmite de
generación en generación la confesión de fe de los apóstoles. Como una madre
que enseña a sus hijos a hablar y con ello a comprender y a comunicar, la
Iglesia, nuestra Madre, nos enseña el lenguaje de la fe para introducirnos en
la inteligencia y la vida de la fe.
. La iglesia es la que guarda la fe transmitida, la memoria de
las palabras de Cristo. Nos enseña a hablar, comprender y comunicar el
lenguaje de la fe. En 1 Tim 3,15 nos indica que la iglesia es columna y
fundamento de la verdad, así lo ha querido Jesucristo.
. La palabra símbolo de la fe quiere decir las frases, las
formulaciones, los conceptos con los que la iglesia ha confesado la fe: la
formulación del Credo, etcétera. En el Credo está resumido el contenido de la
fe. Grabemos el Credo en nuestro corazón para irlo entendiendo a lo largo de la
vida.
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