jueves, 7 de mayo de 2015

Catecismo 487-489. …nació de la Virgen María. La predestinación de María

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Punto 487 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo.

. La fe mariana nace de la fe cristológica y nos ayuda a entender mejor la fe en Jesucristo, nosotros no tenemos una fe en la virgen María desconectada de Jesucristo. Hay cuatro dogmas marianos que subrayan un aspecto de Jesucristo: a) la inmaculada concepción no hace sino subrayar el misterio de Cristo redentor, b) la asunción de María a los cielos, subraya el pleno triunfo de la resurrección de Cristo. María es el reflejo inmediato del triunfo de la resurrección de Cristo, no tiene que esperar a que eso acontezca al final de los tiempos porque en ella ya ha acontecido, luego la asunción está totalmente ligada al triunfo de Cristo sobre la muerte, igual que el cuerpo de Cristo no vio la corrupción en el sepulcro, así tampoco el de María porque es el signo de la resurrección final,  c) la virginidad perpetua de María, subraya el corazón esponsal, es esposa del ES. Su corazón estaba plenamente consagrado a Dios. d) santa María madre de Dios, María nos recuerda que Jesús es Dios hecho hombre, subraya el misterio de la encarnación del Dios que se hace hombre. Estos cuatro dogmas subrayan el misterio de Cristo.  

. La mariología en absoluto está desconectada de Cristo, sino que además lo ilumina. Por ejemplo, se extendió el error de que nosotros en el momento en que fallecemos ya hemos resucitado, que lo de esperar la resurrección es una forma de hablar. Mientras que la fe católica dice que al morir se separa el cuerpo y alma, ésta comparece inmediatamente ante Dios y recibe su retribución en el juicio particular y el cuerpo reposa y está esperando la resurrección en el momento de la parusía y entonces el cuerpo resucitado  se unirá a su alma, bien sea en el cielo o en un estado de condenación.  La iglesia habla de la resurrección en un tiempo que está por llegar, dónde los fieles difuntos están en un estado intermedio y donde sus almas están carentes de cuerpo hasta la resurrección final, excepto María que por la asunción a los cielos no ha conocido la corrupción de la carne y ha recibido ya el triunfo pleno de Cristo. La fe en María nos ayuda a entender otros misterios de la fe.

Punto 488 "Dios envió a su Hijo" (Ga 4, 4), pero para "formarle un cuerpo" (cf. Hb 10, 5) quiso la libre cooperación de una criatura. Para eso desde toda la eternidad, Dios escogió para ser la Madre de su Hijo a una hija de Israel, una joven judía de Nazaret en Galilea, a "una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María" (Lc 1, 26-27):
«El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a ser la Madre precediera a la Encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida» (LG56; cf. 61).

. Aquí el término principal es el término predestinación, que a veces la utilizamos mal, como algo contrario a la libertad del hombre, con frecuencia la utilizamos como una especie de designio que pretende justificar o quitarnos responsabilidad en cómo hemos utilizado la libertad, por ejemplo como Judas estaba predestinado a traicionar a Jesucristo pues a ver que va a hacer, no tuvo más remedio porque estaba predestinado. El concepto correcto de predestinación no resta nada a la libertad humana, por ejemplo, si uno está predestinado a ser sacerdote, sin embargo tiene que dar su sí, tiene que responder libremente a esa llamada, la palabra predestinación no anula la libertad. La palabra predestinación es que Dios lo conoce todo desde el principio, es omnisciente y tiene planes y designios de amor, cada uno de nosotros tiene una vocación que ha nacido del corazón de Dios que nos ama. Los cristianos somos buscadores de la vocación de Dios, no nos inventamos la vocación sino que la buscamos porque creemos en un misterio de predestinación en el sentido positivo de la palabra. Dios ha pensado en cada uno de nosotros de una manera especial y a lo largo de la vida vamos descubriendo esa vocación.

. María va descubriendo su vocación y nos ayuda a descubrir la nuestra, el hágase de María nos ayuda a descubrir cómo y para qué hemos sido elegidos por Dios. Somos libres y en nuestra libertad Dios nos pide nuestro consentimiento, nuestra implicación, estamos llamados a cooperar con Dios como sujetos activos como es el caso de María.

Punto 489 A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misión de María fue preparada por la misión de algunas santas mujeres. Al principio de todo está Eva: a pesar de su desobediencia, recibe la promesa de una descendencia que será vencedora del Maligno (cf. Gn 3, 15) y la de ser la madre de todos los vivientes (cf. Gn 3, 20). En virtud de esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada (cf. Gn 18, 10-14; 21,1-2). Contra toda expectativa humana, Dios escoge lo que era tenido por impotente y débil (cf. 1 Co 1, 27) para mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel (cf. 1 S 1), Débora, Rut, Judit, y Ester, y muchas otras mujeres. María "sobresale entre los humildes y los pobres del Señor, que esperan de él con confianza la salvación y la acogen. Finalmente, con ella, excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación" (LG55).

. La tradición oriental reconoce a Eva y a Adán como santa Eva y san Adán, aunque hayan sido pecadores, son reconocidos como santos en la tradición oriental y se veneran como tales. La santidad no significa no haber roto un plato durante toda la vida, sino haber completado un proceso de purificación previo.  En Génesis 3.15 “ pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje, él te pisara la cabeza mientras acechas tú su calcañar”, es una promesa de salvación que tiene lugar en el mismo momento en el que sucede el drama del pecado y está hablando que habrá un descendiente de linaje de la mujer que pisará la cabeza, y ese descendiente es Jesucristo. Si representamos a María pisando la cabeza de la serpiente es porque la misericordia de Dios hace que ella sea participe de la victoria de Jesucristo sobre satanás.


.Dios escoge a mujeres débiles, estériles (Sara mujer de Abrahán), para confundir a los sabios y a los fuertes, para llevar adelante su plan de salvación. Así se subraya como el don de Dios es gratuito, que los enviados de Dios no nacen de la carne y de la sangre sino que nacen de Dios, de su voluntad salvífica. María está incluida en el grupo de los humildes y los pobres de Yahveh, que acoge la salvación. Dios a través de María, criatura humilde, ha preparado la llegada de su Hijo.  

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