Haz clic AQUI para escuchar el audio
Punto 131 «Es tan grande el poder y la fuerza de la
Palabra de Dios, que constituye sustento y vigor para la Iglesia, firmeza de fe
para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual».
«Los fieles han de tener fácil acceso a la Sagrada Escritura».
. La palabra de Dios su fuerza y su poder, es esencialmente distinta a la palabra del hombre. Es palabra de autoridad, los hombres comentaban la palabra de Dios, pero Cristo habla con autoridad, incluso le matiza a Moisés, es capaz de decir se os ha dicho, pero ahora os digo. Su autoridad era pues llamativa. Toda la palabra de Dios está llena de poder y autoridad. En Dios decir y hacer es una sola cosa, querer y poder es una sola cosa. El poder de la palabra de Dios que es eterna, que trasciende el tiempo y el lugar, cielo y tierra pasarán pero mis palabras no pasarán, es una palabra llena de poder.
. Para Dios no hay nada imposible, Dios lo puede todo, Dios te saca adelante, la experiencia del poder de Dios, de cómo nos cuida y nos guía es muy importante.
. Los efectos de la palabra de Dios son nuestro sustento y alimento, que está siempre inspirando nuestra vida, renovarnos y convertirnos. Los fieles han de tener fácil acceso a la palabra, porque el señor nos dice muchas cosas directamente y hacer de ella un libro con continua presencia en nuestra vida. Que sea la luz con la que caminemos y alimento con el que nos fortalezcamos.
Punto 132 «La sagrada Escritura debe ser como el alma de la sagrada teología. El ministerio de la palabra, que incluye la predicación pastoral, la catequesis, toda la instrucción cristiana y, en puesto privilegiado, la homilía, recibe de la palabra de la Escritura alimento saludable y por ella da frutos de santidad».
. El alma de la teología, de la catequesis, de la homilía es la palabra de Dios. La palabra de Dios ha de estar en el centro. Hagamos cercana la palabra de Dios, que se ilumine nuestra vida, que seamos altavoces de la palabra con humildad para que Cristo tenga todo el protagonismo.
Punto 133 La Iglesia «recomienda de modo especial e insistentemente a todos los fieles [...] la lectura asidua de las divinas Escrituras para que adquieran "la ciencia suprema de Jesucristo» (Flp 3,8), «pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo.
. San Jerónimo tradujo la Biblia al latín (la vulgata) en una cueva cercana a la cueva dónde nació Jesús. Quiso estar muy cerca de donde la palabra se hizo carne.
. La palabra de Dios su fuerza y su poder, es esencialmente distinta a la palabra del hombre. Es palabra de autoridad, los hombres comentaban la palabra de Dios, pero Cristo habla con autoridad, incluso le matiza a Moisés, es capaz de decir se os ha dicho, pero ahora os digo. Su autoridad era pues llamativa. Toda la palabra de Dios está llena de poder y autoridad. En Dios decir y hacer es una sola cosa, querer y poder es una sola cosa. El poder de la palabra de Dios que es eterna, que trasciende el tiempo y el lugar, cielo y tierra pasarán pero mis palabras no pasarán, es una palabra llena de poder.
. Para Dios no hay nada imposible, Dios lo puede todo, Dios te saca adelante, la experiencia del poder de Dios, de cómo nos cuida y nos guía es muy importante.
. Los efectos de la palabra de Dios son nuestro sustento y alimento, que está siempre inspirando nuestra vida, renovarnos y convertirnos. Los fieles han de tener fácil acceso a la palabra, porque el señor nos dice muchas cosas directamente y hacer de ella un libro con continua presencia en nuestra vida. Que sea la luz con la que caminemos y alimento con el que nos fortalezcamos.
Punto 132 «La sagrada Escritura debe ser como el alma de la sagrada teología. El ministerio de la palabra, que incluye la predicación pastoral, la catequesis, toda la instrucción cristiana y, en puesto privilegiado, la homilía, recibe de la palabra de la Escritura alimento saludable y por ella da frutos de santidad».
. El alma de la teología, de la catequesis, de la homilía es la palabra de Dios. La palabra de Dios ha de estar en el centro. Hagamos cercana la palabra de Dios, que se ilumine nuestra vida, que seamos altavoces de la palabra con humildad para que Cristo tenga todo el protagonismo.
Punto 133 La Iglesia «recomienda de modo especial e insistentemente a todos los fieles [...] la lectura asidua de las divinas Escrituras para que adquieran "la ciencia suprema de Jesucristo» (Flp 3,8), «pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo.
. San Jerónimo tradujo la Biblia al latín (la vulgata) en una cueva cercana a la cueva dónde nació Jesús. Quiso estar muy cerca de donde la palabra se hizo carne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario