Punto
2.617 La oración de María se nos revela en la aurora
de la plenitud de los tiempos. Antes de la Encarnación del Hijo de Dios y antes
de la efusión del Espíritu Santo, su oración coopera de manera única con el
designio amoroso del Padre: en la anunciación, para la concepción de Cristo
(cf Lc 1, 38); en Pentecostés para la formación de la Iglesia, Cuerpo
de Cristo (cf Hch1, 14). En la fe de su humilde esclava, el don de Dios
encuentra la acogida que esperaba desde el comienzo de los tiempos. La que el
Omnipotente ha hecho “llena de gracia” responde con la ofrenda de todo su ser:
“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Fiat, ésta
es la oración cristiana: ser todo de Él, ya que Él es todo nuestro.
.
Dios ha querido nuestra cooperación en su plan de salvación, y María es aquella
que coopera de manera única, singular, y se nos ponen dos ejemplos, uno es en
la Anunciación que tenemos en Lucas 1,38:”Dijo
María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el
ángel dejándola se fue.", que consiste en no estorbar a Dios, no poner
resistencia a los planes de Dios. La cooperación con Dios, primero es en este
sentido pasiva, es pronunciar el “hágase”, ser arcilla dócil para que el
alfarero haga en nosotros lo que tiene que hacer, esto supone purificarse de
ideas propias o de nuestros planes preconcebidos para dejarle a Dios tomar la
iniciativa de nuestra vida. La cooperación luego consiste en utilizar nuestros
talentos en la obra que Dios quiere hacer en nosotros. Otro ejemplo lo tenemos en
Pentecostés, en Hechos 1,14: “Todos ellos
perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas
mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.", María
estaba presente en medio de los doce apóstoles, y lo que nos imaginamos es que
María los habría reunido en torno a ella para recibir el Espíritu Santo. María
crea comunión entre nosotros, nos une, nos convoca.
.
Es muy propio del espíritu de Satanás crear divisiones, sin embargo María está
convocando a todos, lo propio de María es sumar. Nosotros los pecadores siempre
estamos enfrentándonos unos a otros, cuando explicamos una situación siempre
tiene que ser contra otro, frente a otro, porque si no parece que no nos
entendemos. Para afirmar lo mío, tengo que hacerlo frente a otro. La gran
cooperación de María es la unión de la iglesia, la unión de todos sus hijos, y
así vino el Espíritu Santo a ella.
. Lo que nos enseña la Virgen María en la oración es presentarse como la humilde esclava de Dios. Cómo se conjuga la libertad humana con la sumisión a Dios?, parece algo contradictorio, sin embargo no hay tal incompatibilidad sino todo lo contrario. Cada uno de nosotros somos libres para desarrollar nuestra vida, libres para optar por el bien, libres para madurar y crecer, esta libertad que tenemos la dedicamos para el amor, libremente entregamos nuestra vida para entregarnos a los demás. La libertad es un medio, somos libres para algo. La mayor muestra de libertad de cada persona es precisamente la posibilidad de entregar nuestra vida por amor, el sometimiento libre por amor. Por eso no ha habido nunca una persona humana más libre que la Virgen María, la que dijo “he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Esclavos por amor es el ideal cristiano. Así vemos como una madre que ama a sus hijos, se hace libremente esclava de ellos. María nos enseñan la plena libertad cuando ella se declara esclava del Señor.
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