Punto 772 En la Iglesia es donde Cristo realiza y revela su propio misterio como la finalidad de designio de Dios: "recapitular todo en Cristo" (Ef 1, 10). San Pablo llama "gran misterio" (Ef5, 32) al desposorio de Cristo y de la Iglesia. Porque la Iglesia se une a Cristo como a su esposo (cf. Ef 5, 25-27), por eso se convierte a su vez en misterio (cf. Ef 3, 9-11). Contemplando en ella el misterio, san Pablo escribe: el misterio "es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria" (Col 1, 27).
. Efesios 1,10 “Dios va a unir bajo el gobierno de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra”. La iglesia solo puede ser entendida en el designio primero de Dios que es que toda la humanidad retorne a Dios en Cristo. Hemos salido de Dios, por amor nos creó, pero por el camino nos perdimos, vino el misterio del pecado donde el hombre perdió su rumbo, comienza a deambular sin saber cuál es su origen ni su meta. Pierde su propia personalidad, no sabe de dónde viene ni a dónde va. En medio de este drama, el Padre en su misericordia envía a su hijo Jesucristo para que la humanidad vuelva de nuevo al seno, a las manos del Padre del cual había salido. De él venimos y a él volvemos. Dios no se queda con los brazos cruzados viendo el drama del hombre sino que envía a su hijo. Hoy sigue haciendo lo mismo, se está reviviendo continuamente a través del misterio de la iglesia que presta su ser a Jesucristo para que siga recapitulando todo hacia Dios Padre.
. Dice san Pablo que Dios quiso recapitular todo a través de un desposorio, en una alianza de amor, Cristo se desposa con la humanidad, con nosotros para volvernos a recapitular con el plan primero de Dios. La iglesia continúa ese misterio de desposorio de Cristo con la iglesia, de Cristo con la humanidad.
Punto 773 En la Iglesia esta comunión de los hombres con Dios por "la caridad que no pasará jamás"(1 Co 13, 8) es la finalidad que ordena todo lo que en ella es medio sacramental ligado a este mundo que pasa (cf. LG 48). «Su estructura está totalmente ordenada a la santidad de los miembros de Cristo. Y la santidad se aprecia en función del "gran misterio" en el que la Esposa responde con el don del amor al don del Esposo» (MD 27). María nos precede a todos en la santidad que es el misterio de la Iglesia como la "Esposa sin mancha ni arruga" (Ef 5, 27). Por eso la dimensión mariana de la Iglesia precede a su dimensión petrina" (ibíd.).
. La iglesia está ordenada para llevarnos a la caridad y la santidad. La iglesia está para esto, para hacer santos, nos va gestando con buenos ejemplos y nos encomienda a Dios. El ser de la iglesia es engendrar hijos para el cielo. Entender la estructura de la iglesia de otra manera es no entender su razón de ser.
. La dimensión mariana de la iglesia precede a su dimensión petrina; la dimensión sacerdotal y la dimensión mariana. Pedro encarna la dimensión sacerdotal. Decir que la iglesia excluye a la mujer del sacerdocio y la relega a puestos secundarios, deja patente la incapacidad para entender este rico misterio de espiritualidad mariana. En la iglesia, lo que uno puede llamar poder, Cristo lo llama servicio. En la iglesia es más esencial ser santo que tener un puesto de responsabilidad mayor o menor, lo importante en la iglesia es la santidad, no es la jerarquía ni los puestos de responsabilidad. Si algunos Papas han pasado a la historia, es por haber sido santos, por eso es más importante la dimensión mariana de la iglesia que la dimensión petrina.
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