jueves, 8 de octubre de 2015

Catecismo 638-639. Al tercer día resucitó de entre los muertos. El acontecimiento histórico y trascendente

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Punto 638 "Os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús (Hch 13, 32-33). La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz:
Cristo ha resucitado de los muertos,
con su muerte ha vencido a la muerte.
Y a los muertos ha dado la vida.
(Liturgia bizantina: Tropario del día de Pascua)

. La primera insistencia de este punto sobre la resurrección de Jesucristo es la promesa cumplida, es decir, la resurrección es una promesa cumplida. El hombre tiene un deseo de felicidad que es casi infinito y luego topa con la realidad precaria de nuestra vida, tenemos deseo de eternidad pero somos mortales y las ganas de vivir no se nos quitan. El hombre tiene el deseo de felicidad y de eternidad que no se terminan, independientemente de los años que tengamos. Por eso la promesa cumplida de que vendría alguien que colmaría el deseo de plenitud no es solo para el pueblo judío sino para todos nosotros que llevamos ese deseo dentro. Dios nos hizo para una vida sin fin, y en la resurrección de Jesucristo se ha cumplido ese deseo.

. La resurrección se nos presenta como la verdad culminante de nuestra fe en Cristo. Todos los artículos de fe son verdades y forman un todo, sin embargo hay verdades de fe que son centrales y otras que están al servicio de las anteriores, y la verdad culminante es la resurrección junto con la encarnación y la muerte redentora de Cristo. Un ejemplo de una verdad secundaria es la verdad del purgatorio que está al servicio de la verdad de la vida eterna. Esta afirmación del Catecismo está tomada de la propia sagrada escritura cuando Pablo nos dice “si Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe”. Si la resurrección de Cristo no se hubiera producido no hubiéramos sido redimidos de nuestros pecados, no olvidemos esto, lo que Cristo había hecho en la cruz no hubiese tenido una eficacia redentora. Cristo muriendo en la cruz mereció nuestra salvación y resucitando la realizó, nos la dio. No cabe entender por lo tanto pasión de Cristo sin resurrección, sería como una entrega dolorosa sin fruto, sería como merecer pero no dar.

. El Catecismo hace también la afirmación de que Cristo con su muerte venció a la muerte. La muerte fue vencida, la muerte ha sido muerta. La muerte se introdujo en la creación como consecuencia del pecado original (punto 418), la muerte domina y entra en la naturaleza humana como consecuencia del pecado original. En consecuencia Cristo asume las consecuencias del pecado para redimirnos, asume hasta la muerte hasta poder matar la muerte. La serpiente, imagen de satanás, venció a Adán y Eva, y es Cristo quien aplasta esa serpiente. El último enemigo en someterse a Cristo ha sido la muerte, porque es el enemigo más tenaz que nos está esperando al final.

Punto 639 El misterio de la resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento. Ya san Pablo, hacia el año 56, puede escribir a los Corintios: "Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce: "(1 Co 15, 3-4). El apóstol habla aquí de la tradición viva de la Resurrección que recibió después de su conversión a las puertas de Damasco (cf. Hch 9, 3-18).

. Los milagros que Cristo realizó durante su vida tuvieron un sentido salvífico de amor y misericordia hacia nosotros y un sentido que acredita a Jesús delante de los hombres, les da a entender quién es Jesús. La resurrección no es un milagro más, sino que es el milagro de los milagros. Poco hubiesen valido el resto de los milagros si Jesucristo no hubiese resucitado. Acordaros de cuando estaba en la cruz se burlaban de él cuando le decían “y este que ha salvado a otros, no puede salvarse a sí mismo?”, este reto estaría resonando entre todos los presentes, parecía que la impotencia de Jesús en la cruz estaba descreditando los milagros anteriores. Estas dudas estarían pasando por las mentes de todos. El milagro de la resurrección es la gran señal, es el templo que se construye en tres días.

. El Catecismo quiere hacer insistencia en que la resurrección se trata de un hecho histórico y trascendente, una realidad que trasciende la historia, es un hecho que ocurre en un lugar y en un momento determinado. La resurrección de Cristo no es como la de Lázaro que vuelve a la vida humana para años más tarde morir, sino que Cristo resucitó para la vida eterna, Cristo no vuelve a la vida común. En la resurrección de Lázaro hubo muchos testigos, se trata de una resurrección a esta vida, sin embargo en la resurrección de Jesús es a la vida eterna y esto se escapa de nuestros ojos, la entrada en la vida eterna se escapa a nuestros ojos, es entrar en otra dimensión distinta. Este hecho es históricamente trascendental. En Jesús vemos por su gracia, lo que ocurrirá en nosotros en la resurrección final. Por ejemplo, cuando la Virgen María se aparece en Lourdes o Fátima lo hace por una gracia especial a unos pastorcillos, mientras que los demás que estaban ahí no la veían, se aparece en cuerpo y alma a determinadas personas por una gracia especial. Algo así tenemos que decir del cuerpo resucitado de Jesucristo, es un cuerpo que está en la vida eterna y que se puede hacer visible para sacudir la incredulidad de los apóstoles en momentos determinados. Pero ese cuerpo resucitado es invisible porque está en la vida eterna, no está en el tiempo ni está sujeto a las leyes espaciotemporales. Jesús por su misericordia permite que los apóstoles le captasen por los sentidos y nos disipó las dudas de que fuese como un fantasma. En resumen, la resurrección de Jesucristo trasciende la historia, es trascendente, y deja huellas visibles en la historia.


. Algunos errores que se han producido sobre la resurrección de Cristo han sido por ejemplo el decir que su cuerpo fue robado, en Mateo 28,11-15 dice “Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido. Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: «Digan así: «Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos». Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo». Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy”, donde los sumos sacerdotes a través del soborno pretenden justificar la desaparición del cuerpo del sepulcro. Otra versión consiste en decir que Cristo no murió del todo en la cruz y al ser introducido en el sepulcro se reanimó.

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