III La interpretación del depósito de la fe
Punto 84 "El depósito" (cf. 1 Tm 6,20; 2 Tm 1,12-14) de la fe (depositum fidei), contenido en la sagrada Tradición y en la sagrada Escritura fue confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia. "Fiel a dicho depósito, todo el pueblo santo, unido a sus pastores, persevera constantemente en la doctrina de los Apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones, de modo que se cree una particular concordia entre pastores y fieles en conservar, practicar y profesar la fe recibida".
. El depósito de la fe se confía a la totalidad de la Iglesia. En 1ª Tim 6,20, se dice “Timoteo guarda el depósito, evita las palabras profanas y las objeciones de la falsa ciencia, algunos que la profesaban se han apartado de la fe, la gracia sea con vosotros”. Hay una encomienda a Timoteo para guardar el depósito de la fe. Como una fuente inagotable no contaminada. A difundirla y ser testimonio vivo de la fe.
. La Iglesia no se reconoce como dueña, sino como depositaria de la revelación de Cristo. En 2ª Tim 12,14, “…ten cuidado con demasiadas palabras profanas…conserva el depósito”, un gran peligro es no distinguir lo que es palabra revelada y lo que son teorías particulares de los hombres. El evangelio sigue siendo palabra eterna igual que hace 500, 1000, 1500 años,… mientras que las palabras humanas no duran, se hacen viejas en seguida. Cuidado con entregar el corazón a teorías humanas, a ideologías,… que se hacen obsoletas.
. El pueblo entero está unido a sus pastores a la hora de recibir el depósito de la fe, Jesucristo no lo ha entregado al Papa,.. se lo entrega al pueblo entero, que unido a los pastores tiene también la encomienda de guardar el depósito de la fe, perseverar en la doctrina, en la unión, en la oración,… tenemos la tarea de conservarlo, profesarlo y practicarlo, es decir, conservarlo como lo he recibido sin cambiarlo.
El Magisterio de la Iglesia
Punto 85 "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo", es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.
. El depósito de la fe se le ha entregado a la Iglesia entera, ahora bien, el oficio de interpretar legítimamente la palabra de Dios se le ha encomendado a los obispos en comunión con el Papa.
Punto 86 "El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído".
. El magisterio obviamente no está por encima de la palabra de Dios, sino al servicio.
Punto 87 Los fieles, recordando la palabra de Cristo a sus Apóstoles: "El que a vosotros escucha a mí me escucha" (Lc 10,16), reciben con docilidad las enseñanzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes formas.
. Los fieles cuando reciben las palabras del pastor son conscientes que cuando las reciben son palabras del pastor, y en el pastor habla Jesucristo. “Porque el que a vosotros escucha a mí me escucha”. Hemos de acoger las palabras del pastor no dependiendo de que me caiga mejor o peor.
. Tenemos que ser fieles a nuestros pastores porque son sacramento de Jesucristo, porque escuchamos a Jesucristo, en ellos se expresa el sacramento de Jesucristo, no porque tengamos mayor o menor afinidad personal con ellos. Lc 10-16
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