Punto 94 “Gracias a la asistencia del Espíritu Santo, la inteligencia tanto de las realidades como de las palabras del depósito de la fe puede crecer en la vida de la Iglesia:
— «Cuando los fieles las contemplan y estudian repasándolas en su corazón» ; es en particular la «investigación teológica [...] la que debe profundizar en el conocimiento de la verdad revelada».
— Cuando los fieles «comprenden internamente los misterios que viven» Divina eloquia cum legente crescunt («la comprensión de las palabras divinas crece con su reiterada lectura», San Gregorio Magno, Homiliae in Ezechielem, 1,7,8: PL 76, 843).
— «Cuando las proclaman los obispos, que con la sucesión apostólica reciben un carisma de la verdad».
. Las cosas en las que creemos, podemos comprenderlas más profundamente. Tenemos el privilegio que durante dos mil años, el Espíritu Santo ha ido poco a poco dándonos un conocimiento más profundo y más perfecto de la verdad revelada. Creemos lo mismo que un cristiano del s III pero tenemos un grado de comprensión más profunda.
. Hay una fidelidad a lo enseñado y un crecimiento. Este crecimiento se da cuando los fieles las contemplan y estudian repasándolas en su corazón. Un cristiano no se puede quedar estancado en el conocimiento de la fe. Los fieles contemplan, estudian, van aprendiendo y entendiendo. Una cosa es saber una teoría y otra comprenderla. También la investigación teológica nos ayuda a profundizar en el conocimiento de la verdad revelada. Un texto del nuevo testamento se entiende mejor desde uno del antiguo testamento.
. La experiencia y el progreso científico nos van ayudando también a comprender mejor las cosas. La comprensión de las palabras divinas crece con su reiterada lectura, otra forma de crecimiento es nuestra lectura reiterada. Vamos descubriendo un sentido que al principio nos parecía oculto. El que está apegado materialmente, entenderá con dificultad los textos de la palabra de Dios, sin embargo esa misma persona si a lo largo de los años se ha desapegado, si vuelve a escuchar un texto de la palabra de Dios, puede recibirlo como una luz muy especial, cuando años antes no entendió nada.
Punto 95 «La santa Tradición, la sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el plan prudente de Dios, están unidos y ligados, de modo que ninguno puede subsistir sin los otros; los tres, cada uno según su carácter, y bajo la acción del único Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas»
. Tradición, escritura y magisterio de la Iglesia están unidos
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