miércoles, 13 de enero de 2016

Catecismo 748-752.Creo en la Sta.Iglesia Católica.La Iglesia en el designio de Dios.Los nombres e imágenes de la Iglesia

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Punto 748 "Cristo es la luz de los pueblos. Por eso, este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia (LG 1), anunciando el Evangelio a todas las criaturas". Con estas palabras comienza la "Constitución dogmática sobre la Iglesia" del Concilio Vaticano II. Así, el Concilio muestra que el artículo de la fe sobre la Iglesia depende enteramente de los artículos que se refieren a Cristo Jesús. La Iglesia no tiene otra luz que la de Cristo; ella es, según una imagen predilecta de los Padres de la Iglesia, comparable a la luna cuya luz es reflejo del sol.

. El Catecismo habla de la razón de ser de la Iglesia para llevar la luz de Cristo a todos los pueblos. Afirma que la fe sobre la Iglesia depende en todo de la fe en Jesucristo, es decir, la centralidad de nuestra fe está en Cristo, el centro de nuestra fe es Jesucristo. Solo a partir de aquí uno puede hablar de la Iglesia. No se puede hacer al revés, es decir, decir que la fe en Jesucristo proviene de la fe en la Iglesia, no, lo central y la razón de ser de nuestra fe es Jesucristo. La Iglesia está al servicio de Cristo.

. Una hermosa imagen de los padres de la Iglesia es la luz del sol y la luz de la luna, donde Cristo es el sol y la Iglesia es la luna, el sol brilla con luz propia, la luna no brilla con luz propia sino con luz reflejada. Cristo brilla con luz propia y la Iglesia brilla con luz reflejada, es brillante en la medida en que permite que la luz de Cristo se refleje en ella porque la Iglesia no es brillante y por sí misma no da luz. Muchas personas que se han acercado a ese reflejo de luz que hay en la Iglesia han encontrado el verdadero origen de la luz de Cristo. La Iglesia pretende que nuestros ojos no se fijen en ella sino que se fijen en Cristo, es algo parecido a cuando Juan Bautista apuntando a Jesús dice “conviene que yo disminuya para que El crezca”. La función de la Iglesia es ser altavoz de Cristo, es ser su voz, pero no quitarle ni añadirle palabra. La Iglesia es consciente de que lleva un tesoro en vasijas de barro

Punto 749 El artículo sobre la Iglesia depende enteramente también del que le precede, sobre el Espíritu Santo. "En efecto, después de haber mostrado que el Espíritu Santo es la fuente y el dador de toda santidad, confesamos ahora que es Él quien ha dotado de santidad a la Iglesia" (Catecismo Romano, 1, 10, 1). La Iglesia, según la expresión de los Padres, es el lugar "donde florece el Espíritu" (San Hipólito Romano, Traditio apostolica, 35).

. La Iglesia no tiene santidad propia sino que la tiene recibida de Jesucristo, la Iglesia santifica porque ha sido santificada, ha recibido del Espíritu Santo la santidad y la capacidad de santificar. La Iglesia ni le hace sombra ni le quita protagonismo a la santidad de Dios, todo lo contrario es el gran altavoz que grita “Santo, Santo, Santo es el Señor”. La santidad de la Iglesia es una santidad recibida y llamada a transmitir.

Punto 750 Creer que la Iglesia es "Santa" y "Católica", y que es "Una" y "Apostólica" (como añade el Símbolo Niceno-Constantinopolitano) es inseparable de la fe en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el Símbolo de los Apóstoles, hacemos profesión de creer que existe una Iglesia Santa (Credo [...] Ecclesiam), y no de creer en la Iglesia para no confundir a Dios con sus obras y para atribuir claramente a la bondad de Dios todos los dones que ha puesto en su Iglesia (cf. Catecismo Romano, 1, 10, 22).
I. Los nombres y las imágenes de la Iglesia
Punto 751 La palabra "Iglesia" [ekklèsia, del griego ek-kalein - "llamar fuera"] significa "convocación". Designa asambleas del pueblo (cf. Hch 19, 39), en general de carácter religioso. Es el término frecuentemente utilizado en el texto griego del Antiguo Testamento para designar la asamblea del pueblo elegido en la presencia de Dios, sobre todo cuando se trata de la asamblea del Sinaí, en donde Israel recibió la Ley y fue constituido por Dios como su pueblo santo (cf. Ex 19). Dándose a sí misma el nombre de "Iglesia", la primera comunidad de los que creían en Cristo se reconoce heredera de aquella asamblea. En ella, Dios "convoca" a su Pueblo desde todos los confines de la tierra. El término Kyriaké, del que se deriva las palabras church en inglés, y Kirche en alemán, significa "la que pertenece al Señor".

. La etimología de la palabra Iglesia viene del griego ek-kalein que significa convocar, llamar, Dios llama, Dios nos llama y nos convoca, somos convocados. Hay dos maneras de entender la convocatoria, una forma es como una iniciativa de los hombres que se organizan y reúnen, y otra forma es entender la iglesia como una llamada, como alguien que ha sido llamado por Jesucristo. Nadie es miembro de la iglesia si no ha sido llamado. La Iglesia no es una comunidad ideada por los hombres al servicio de un sistema de organización humana.

. La Iglesia se reconoce como heredera de la asamblea de Israel, del pueblo convocado por Yahveh en el Monte Sinaí. En Éxodo 19 nos dice “… han visto cómo traté a Egipto, y cómo los conduje sobre alas de águila y los traje hasta mí. Ahora, si escuchan mi voz y observan mi alianza, serán mi propiedad exclusiva entre todos los pueblosserán para mí un reino de sacerdotes y una nación que me está consagrada». Estas son las palabras que transmitirás a los israelitas». Moisés fue a convocar a los ancianos de Israel y les expuso todas estas palabras, como el Señor se lo había ordenado. El pueblo respondió unánimemente: «Estamos decididos a poner en práctica todo lo que ha dicho el Señor». Y Moisés comunicó al Señor la respuesta del pueblo….”. Yahveh ha ido formando el pueblo de Israel, ha ido convocando y llamando, formando una conciencia de pueblo, de asamblea. La Iglesia primitiva, la primera iglesia cristiana entendió que Jesús le llamaba a ser la continuadora de aquella asamblea que había sido convocada por Yahveh en el Monte Sinaí.

. Ser miembro de la Iglesia, antes de ser una elección de nadie, es una llamada de Dios. Antes de ser una elección tuya propia, es Dios el que te ha llamado.

 Punto 752 En el lenguaje cristiano, la palabra "Iglesia" designa no sólo la asamblea litúrgica (cf. 1 Co 11, 18; 14, 19. 28. 34. 35), sino también la comunidad local (cf. 1 Co 1, 2; 16, 1) o toda la comunidad universal de los creyentes (cf. 1 Co 15, 9; Ga 1, 13; Flp 3, 6). Estas tres significaciones son inseparables de hecho. La "Iglesia" es el pueblo que Dios reúne en el mundo entero. La Iglesia de Dios existe en las comunidades locales y se realiza como asamblea litúrgica, sobre todo eucarística. La Iglesia vive de la Palabra y del Cuerpo de Cristo y de esta manera viene a ser ella misma Cuerpo de Cristo.


. La iglesia como asamblea litúrgica lo vemos en 1ª Corintios 11 “… pues ante todo oigo que al reuniros en la asamblea hay divisiones…”, y aquí habla de la iglesia como asamblea litúrgica. Otras veces habla de la iglesia como comunidad local, por ejemplo, “a la iglesia de Corinto…”, aquí habla de la iglesia concreta de Corinto. Otras veces se habla de la comunidad universal de creyentes, por ejemplo en 1ª Corintios 15,9 “pues yo soy el último de los apóstoles, indigno del nombre de apóstol por haber perseguido a la iglesia de Dios”, aquí  no habla de la iglesia como local sino como universal. Dependiendo del texto en que nos fijemos, a veces se habla de la iglesia como asamblea litúrgica, como comunidad local o como comunidad universal de creyentes.   

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