Punto 845 El Padre quiso convocar a toda la humanidad en la Iglesia de su Hijo para reunir de nuevo a todos sus hijos que el pecado había dispersado y extraviado. La Iglesia es el lugar donde la humanidad debe volver a encontrar su unidad y su salvación. Ella es el "mundo reconciliado" (San Agustín, Sermo 96, 7-9). Es, además, este barco que con su velamen que es la cruz de Cristo, empujado por el Espíritu Santo, navega bien en este mundo"; san Ambrosio, De virginitate 18, 119); según otra imagen estimada por los Padres de la Iglesia, está prefigurada por el Arca de Noé que es la única que salva del diluvio (cf 1 P 3, 20-21).
. Se recuerda que el plan primero de Dios era convocar a toda la humanidad en una unidad, no era esa dispersión a la que el pecado nos ha llevado, era reunir a todos sus hijos en una sola familia. El Señor quiere que la iglesia sea el lugar de convocación donde la humanidad vuelva a encontrar su unidad perdida, es la iglesia pues instrumento de unidad, del que Dios se sirve para volver a dar la unidad al género humano. San Ambrosio ve a la iglesia como una barca que tiene como mástil la cruz y navega empujada por el Espíritu Santo.
Punto 846 ¿Cómo entender esta afirmación tantas veces repetida por los Padres de la Iglesia? Formulada de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo: El santo Sínodo [...] «basado en la sagrada Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación. Cristo, en efecto, es el único Mediador y camino de salvación que se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. Él, al inculcar con palabras, bien explícitas, la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que entran los hombres por el Bautismo como por una puerta. Por eso, no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella» (LG 14).
. Cómo entender la expresión “fuera de la iglesia no hay salvación”? que tanta polémica puede suscitar, pueden salvarse aquéllos que no forman parte de la iglesia?. Toda salvación viene de Cristo (cabeza) por la iglesia que es su cuerpo. Lo primero que decimos es que la salvación viene por Cristo, él es el único mediador entre Dios y el hombre, Cristo es ese puente de comunión que Dios Padre ha querido establecer con este mundo. La explicación que da el Catecismo a la expresión que “fuera de la iglesia no hay salvación” quiere decir que la adhesión a la iglesia no se puede entender como una opción voluntaria en el sentido de que uno podría salvarse según su gusto, según su opción ideológica, según su subjetivismo podría elegir este medio de salvación u otro que se le ocurra, es decir, la iglesia no es un medio más de salvación, sino el medio establecido por Dios para la salvación, es el medio objetivo que Dios eligió. Lo que exime de esa adhesión a la iglesia es la ignorancia no culpable que muchas personas puedan tener, en la medida que uno no tenga consciencia de que en la iglesia se revela plenamente el don de Dios Padre en Cristo, que la iglesia es depositaria de ese don uno queda eximido. Pero no se trata de una opción, no se trata que cada uno haga una opción según su gusto, ideología, etc. no, porque es el único camino que el Padre eligió. No es pues cuestión de gustos o de opciones sino que es el camino objetivo que el Padre estableció. Por eso no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó por medio de Jesucristo la iglesia como necesaria para la salvación, sin embargo no han querido entrar o perseverar en ella, es decir, no es posible la salvación cuando hay un rechazo consciente del medio de salvación dado por Dios, en este sentido sigue siendo válida la expresión fuera de la iglesia no hay salvación.
Punto 847 Esta afirmación no se refiere a los que, sin culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia: «Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna (LG 16; cf DS 3866-3872).
. Con una conciencia honesta y sincera, donde no quepan apetencias o conveniencias subjetivas, el Catecismo nos dice que el hombre será juzgado de lo que haya conocido sinceramente en su corazón y en su conciencia como verdad, y si sin culpa suya no han conocido el evangelio de Cristo pero buscan sinceramente hacer la voluntad de Dios conocida a través de su conciencia podrán conseguir la salvación eterna. Puede haber personas que estén obedeciendo a Dios sin ser conscientes de ello, igual nadie les ha hablado de quién es Dios y cómo es Dios, sin embargo en la medida en que son fieles a la voz de su conciencia están siendo fieles a la voz de Dios. Hay una presencia ignorada de Dios dentro de la conciencia para muchas personas, pero no ignorada para nosotros que hemos conocido la revelación.
Punto 848 «Aunque Dios, por caminos conocidos sólo por Él, puede llevar a la fe, "sin la que es imposible agradarle" (Hb 11, 6), a los hombres que ignoran el Evangelio sin culpa propia, corresponde, sin embargo, a la Iglesia la necesidad y, al mismo tiempo, el derecho sagrado de evangelizar» (AG 7).
. Uno se pregunta “si también se pueden salvar aquellos que no conocen a Cristo y Dios les juzgará en su conciencia, pues entonces para que molestarse en ir a evangelizar, para que molestar las conciencias de otras personas,…” . Aquí podemos hacernos también la pregunta de entonces porque Dios envió a su hijo, porqué se reveló al hombre. Dios ha querido revelarse por amor a nosotros, viendo que el mundo iba en camino de perdición, envió a su hijo para la salvación del mundo, el Padre quiso revelarse a nosotros por amor y conociendo en nosotros el misterio de la lucha entre el misterio de la gracia y del pecado, vio que era necesario para nosotros la revelación objetiva para que nosotros fuésemos preservados del error y del auto engaño. Es muy fácil ser presa del auto engaño. Dios quiso no solo darnos la gracia de atraernos a él sino que ante nuestra limitación quiso revelarse objetivamente en Jesucristo. Dios ha querido que Jesucristo sea conocido por todas las naciones y que comprendamos que es lo que quiere Dios de nosotros pues sabiéndolo es mucho más fácil de cumplir. Cristo con su venida nos libera de los engaños de nuestra conciencia, de la apetencia llevada a nuestra conciencia.
. Aunque una persona que no conoce a Cristo ni conoce el evangelio, si en el interior de su conciencia se esté adhiriendo sinceramente a lo que conoce como verdad, se está orientando hacia Cristo y hacia la iglesia en esa obediencia a su conciencia, aunque él no lo sepa esa obediencia le está orientando a Cristo. Ahora bien, la actividad misionera de la iglesia es necesaria para librar de la oscuridad y de la carestía espiritual a quién no conoce a Cristo. Conocer a Cristo nos da más responsabilidad y más facilidad en la salvación, nos preserva de muchas oscuridades y eleva la dignidad del hombre en esta vida.
. Jesucristo y la iglesia son el camino objetivo de la salvación, e incluso los que no le conocen, en la medida en que son fieles a su conciencia, están mirando a Cristo y a la iglesia. Cristo además conociendo su mensaje, nos libera de muchas esclavitudes y nos hace más felices.
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