domingo, 23 de julio de 2017

Catecismo 2599-2600. Jesús ora I

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Punto 2.600 El Evangelio según San Lucas subraya la acción del Espíritu Santo y el sentido de la oración en el ministerio de Cristo. Jesús ora antes de los momentos decisivos de su misión: antes de que el Padre dé testimonio de Él en su Bautismo (cf Lc 3, 21) y de su Transfiguración (cf Lc 9, 28), y antes de dar cumplimiento con su Pasión al designio de amor del Padre (cf Lc 22, 41-44);Jesús ora también ante los momentos decisivos que van a comprometer la misión de sus apóstoles: antes de elegir y de llamar a los Doce (cf Lc 6, 12), antes de que Pedro lo confiese como “el Cristo de Dios” (Lc 9, 18-20) y para que la fe del príncipe de los apóstoles no desfallezca ante la tentación (cf Lc 22, 32). La oración de Jesús ante los acontecimientos de salvación que el Padre le pide es una entrega, humilde y confiada, de su voluntad humana a la voluntad amorosa del Padre.

. Jesús aprendió a orar conforme a su corazón de hombre, siguió un proceso humano en el aprendizaje de la oración, aprendió de su madre, de José, en la sinagoga… pero su oración brota de una fuente distinta del resto de nosotros, como lo deja presentir a la edad de los doce años “yo debo estar en las cosas de mi Padre”, por la relación íntima que hay entre ellos, es decir, es evidente que Jesús sabe que su Padre es Dios Padre por naturaleza y nos va a introducir por adopción en su oración filial con el Padre, Jesús nos va a enseñar a decir Padre nuestro.

. De los cuatro evangelios, el evangelio de san Lucas destaca sobre todo el tema de la oración con respecto a los demás. El evangelio de Lucas es muy rico en dos cosas: en ver cómo Jesús oraba y en ver la acción del Espíritu Santo. Estos dos aspectos nos pueden ayudar muchísimo. Hay acontecimientos esenciales en la vida de Jesús que los ha vivido precedidos de la oración, se nos presentan tres pasajes: primero en su Bautismo, antes de iniciar su ministerio, Jesús se pone en oración, lo vemos en Lucas 3,21 “Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado", vemos el matiz que se nos puede pasar desapercibido de cómo Jesús se pone en oración, pero en esta teofanía que tiene lugar en el río Jordán ha tenido lugar también con una disposición de Jesucristo que se ha puesto en oración y se ha abierto el cielo. El segundo texto es antes de la Transfiguración en Lucas 9,28: "Sucedió que unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar, y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante"aquí llama la atención que Jesús busca la soledad, el monte para orar con sus discípulos, y sucede que la Transfiguración tiene lugar en un contexto en el que Jesús estaba en oración. En tercer lugar en el pasaje en el que se encuentra en el huerto de los olivos en Lucas 22,41 vemos: "Y se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya… y sumido en agonía, insistía más en su oración", aquí Jesús hace oración de sus luchas interiores, es decir, la entrega de Cristo en la cruz supusieron muchas horas que Jesús venció en la oración, sin aquellas noches de oración Jesús no hubiese podido decir sí al Padre.

. Jesús ora también ante los momentos decisivos que van a comprometer la misión de los apóstoles, por ejemplo, antes de elegir y llamar a los doce, en Lucas 6,12: "Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles." Esos doce van a ser el cimiento de la iglesia y Jesús pasó la noche haciendo oración delante del Padre y les eligió y pronunció sus nombres. Jesús también ora antes de que Pedro le confesase como el Cristo de Dios, lo tenemos en Lucas 9,18 que dice:” "Y sucedió que mientras él estaba orando a solas, se hallaban con él los discípulos y él les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado.» Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contestó: «El Cristo de Dios.»" donde vemos como Jesús en oración pide y prepara a Pedro para su respuesta. Esto nos enseña a que antes de hablarles a los hombres de Dios hemos de hablarle a Dios de los hombres, como hace Jesús a su Padre sobre Pedro. Un tercer pasaje que se nos ofrece en este punto es en Lucas 22,32 “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos" donde vemos como Satanás solicita cribar a los apóstoles, y esto hace referencia al misterio de que Dios permite que seamos probados por el mal, por Satanás y sus tentaciones, pero Jesús ha puesto un límite y no permite que Pedro perezca y su fe se desmorone, Jesús asiste a su iglesia, Jesús ha rogado por Pedro, a orado por él. Cuando Jesús le dice a Pedro: “tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y el poder del infierno no la derrotará”, Jesús nos garantiza en su oración su asistencia. Es la promesa de Jesús de que va a asistirnos, de que no va a dejarnos solos, y cuando pasemos por pruebas, cuando nos llevemos disgustos, habrá momentos en los que parece que el agua se tragará la barca… y veremos a Jesús diciéndonos “hombre de poca fe, porqué has dudado”. La gran garantía que tenemos es que Jesús ha orado al Padre por nosotros, a pesar de que le vamos fallar, de que vamos a salir corriendo como hizo Pedro que le negó tres veces. La oración de Cristo siempre es eficaz, no como la nuestra que es pobre.

. La oración de Jesús consiste en que su voluntad humana se pone totalmente en manos de la voluntad divina. Cuando Jesús dice en la oración “Padre que no se haga mi voluntad sino la tuya” hay un misterio en el que la voluntad humana de Jesús puede estar luchando contra la cruz y contra la prueba, pero su oración le lleva al “confío plenamente y me abandono en la voluntad del Padre”, luego una oración bien hecha no es la que dice muchas palabras bonitas sino que es ser capaz de abandonarnos a la voluntad de Dios. Es un acto de confianza, abandono y descanso en el Señor. Es un cómo tú quieras, cuando tú quieras, lo que tú quieras… me abandono a tu voluntad.

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