Punto 214 Dios, "El que es", se reveló a
Israel como el que es "rico en amor y fidelidad" (Ex 34,6). Estos
dos términos expresan de forma condensada las riquezas del Nombre divino. En
todas sus obras, Dios muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor;
pero también su fiabilidad, su constancia, su fidelidad, su verdad. "Doy
gracias a tu Nombre por tu amor y tu verdad" (Sal 138,2;
cf. Sal 85,11). Él es la Verdad, porque "Dios es Luz, en él no
hay tiniebla alguna" (1 Jn 1,5); él es "Amor", como lo
enseña el apóstol Juan (1 Jn 4,8).
. Nos indica que en Dios se conjuga perfectamente verdad y amor.
Grabemos profundamente en nuestro corazón que no hay oposición entre verdad y
amor. El amor se describe con los siguientes términos: benevolencia, bondad,
gracia y la verdad con fiabilidad, constancia, fidelidad. Verdad y caridad son
como los dos extremos del yugo que se pone al par de bueyes para que tiren. Ese
yugo es el de la verdad y la caridad conjugadas. En Dios son las dos caras
de una moneda, pero en nosotros tenemos que poner el yugo para que no se
separen, para no disociarlas.
. Decir la verdad es caridad, es amor. Las virtudes para que sean
reales tienen que estar impregnadas por el amor, por la caridad. La
inteligencia sin amor se hace perversa, una justica sin amor se hace
inmisericorde, una verdad sin amor se hace hiriente, una belleza sin amor es
vanidosa, una riqueza sin amor es la avaricia, un éxito sin amor es la
arrogancia, una diplomacia sin amor es hipocresía etc etc. Una verdad
sin amor es hiriente y una verdad mal intencionada es peor que la mentira, pues
no se usas por amor a la verdad sino como un arma arrojadiza.
. Dios es la verdad absoluta, de Dios no podemos saberlo todo,
pero si podemos saber algo de Dios por su revelación, nos ha descubierto muchas
cosas. Decir que creer que alguien vive en la verdad no es arrogancia, en la
medida en la que uno se abre a la revelación de Dios, permito que el reine en mi
vida, si procuro que la gracia de Dios mueva los actos de mi vida, en ese
sentido estaré en la verdad de Dios con humildad, estaré en la verdad en la
medida en la que esté en Dios, pero la verdad no será mía, la verdad es de
Dios. La verdad no es un atributo mío, es un atributo de Dios. Yo no poseo la
verdad, es la verdad la que me posee a mí. Amor a Dios y amor a la verdad no
son dos cosas, es una sola.
. El amor y la verdad se exigen en su totalidad, no pueden ser
parciales sino plenos. Hemos de tener amor a la verdad por sí misma, no porque
me sea practica o útil, o interesante. Adular un pensamiento que parece interesante
a costa de la verdad es peligroso porque decir cosas originales puede hacer a
uno interesante, pero no a costa de la verdad. Es fácil hacerse el interesante
a costa de la verdad, si uno repite la verdad de siempre no se hace
interesante.
. La verdad acontece, y es propio del ser del hombre descubrirla y
proclamarla. La verdad padece pero no perece, a veces alguno por ser fiel a
la verdad tiene que sufrir, pero al final la verdad será tu gran consuelo. Para
ser feliz hay que ir por el camino de la fidelidad, la facilidad no me da
felicidad, es la fidelidad la que me da felicidad, cuanto más verdad más
amor. Porque Dios es amor y porque Dios es verdad.
. La verdad que no está movida por el amor es mentira y el amor
que no está unido a la verdad no es amor, es otra cosa. Hay que tener más
amor a la verdad que a mí amor propio, a mi orgullo. Si no tenemos disposición
a dejarnos convertir por la verdad, no hay diálogo que valga, no estoy abierto
a la verdad y no la encontraré. Será un diálogo por llenar páginas en donde
no hay convencimientos ni búsqueda de la verdad, sino un amor propio contra
otro amor propio, a ver quién queda por encima en el debate.
. Los verdaderos amigos son los que te dicen la verdad, enemigo es el que te adula. Si alguien no ha tenido nunca problemas en la vida, es que no ha debido decir la verdad. En la medida en que mantengas la verdad y ames la justicia tendrás enemigos. Cuando uno busca la verdad va a padecer y sufrir.
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