lunes, 26 de enero de 2015

Catecismo 227. Consecuencias de la fe en el Dios único III

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Punto 227  Es confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad. Una oración de Santa Teresa de Jesús lo expresa admirablemente:
Nada te turbe, / Nada te espante
Todo se pasa / Dios no se muda
La paciencia,  / Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene, / Nada le falta:
Sólo Dios basta. (Poesía, 30)

. Nuestra fe no es teórica, nuestra fe es viva y por lo tanto afecta realmente a nuestra vida. La última consecuencia es la confianza. Ofende a Dios desconfiar de él. No te parece que hecho suficiente?. Santa Margarita de Alacoque tiene un compromiso con el Señor:” tú te ocuparas de mis cosas y yo me ocupo de las tuyas”, es un pacto de confianza, yo me ocupo de tus cosas y yo sé que tú te ocuparas de las mías. Es confiar sin condiciones porque yo sé en quien tengo puesta mi confianza, sé de quién me fio.

. La confianza debe  permanecer en nosotros siempre, incluso en los peores momentos. Aunque hayamos caído en algún pecado, la batalla aún está por terminar, conozco mi debilidad y confío en Dios plenamente. Tener confianza no es ser optimista, el cristiano tiene que tener esperanza. La tristeza es una manifestación evidente del amor propio porque corta las raíces de la fe, es un signo de que nos falta confianza y abandono. Si Dios es mi padre, se me tiene que notar en la sonrisa. Tenemos que poner desde la confianza en Dios distancia en nuestros agobios. Examinemos nuestras tristezas, las tristezas son manifestaciones del amor propio, estoy triste porque yo pensaba, porque no me ha salido cono yo quería,… yo no dirijo el mundo y además esta partida no ha terminado, Dios dirige esta partida y la partida termina en la vida eterna. La tristeza no combatida corta  las raíces de la confianza, corta las raíces de la fe. Por eso es tan importante hacerle frente.

. Algunos piensan equivocadamente que la confianza en Dios es un refugio espiritual que nos lleva a no abordar el problema aquí, a no coger el toro por los cuernos, despreocúpate que esto no hay quien lo cambie y en el cielo será otra cosa. Esto no es la actitud cristiana. Es una manera de cobardía el no tener el valor de mirar de frente el problema y llamar a las cosas por su nombre. Por tener la confianza en Dios se puede mirar la realidad de frente y coger el toro por los cuernos. La confianza en Dios te ayuda también a confiar en los demás.

. San Agustín: Dios es el médico, yo le digo lo que hay, Dios me dice lo que tenga que decirme, quédate en paz. Quizás no me diga lo que me gustaría pero me dice lo que me conviene. La confianza se tiene que dar aún en situaciones que uno no comprende, en situaciones adversas. Lo que más nos cuesta en la vida es confiar pero sabiendo que yo no llevo el control, la prueba es que vienen sufrimientos, enfermedades, situaciones, y yo no las controlo, entonces cómo puedo yo confiar si no lo controlo yo?. Bueno, pues porque el que lo controla es Dios, y a él no se le escapa nada de la mano .El sufrimiento es escuela de fe y en el sufrimiento el Señor nos enseña tantas cosas!


. La confianza en Dios nos tiene que llevar a saber descansar, pongo mis cosas en sus manos y él va a cuidar de mis cosas. Es un abandono en Dios, en él lo tenemos todo.

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