viernes, 14 de abril de 2017

Catecismo 2562-2564. La oración como Alianza

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Punto 2.562 ¿De dónde viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el lenguaje de la oración (gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo, para designar el lugar de donde brota la oración, las sagradas Escrituras hablan a veces del alma o del espíritu, y con más frecuencia del corazón (más de mil veces). Es el corazón el que ora. Si este está alejado de Dios, la expresión de la oración es vana.
. Es frecuente que dentro de la iglesia se ofrezcan pequeñas escuelas, talleres, cursillos de oración para insistirnos que tenemos que aprender profundamente a orar, es algo parecido a lo que nos pasa con el habla. El habla se desarrolla espontáneamente y luego hay que educar cómo hablar, un niño tiene en su espontaneidad la capacidad de expresarse en seguida pero para que luego su expresión no sea tosca, se le va enseñando a hablar. Igual pasa con la oración, no hacen falta cursillos para poder hablar con Dios, peo si es cierto que nuestro impulso del corazón tiene que ser madurado, educado, y profundizado.

. Es el hombre entero el que reza, reza la persona, no reza el cuerpo. San Ireneo, padre la iglesia (S.I-S.II) nos indica que somos cuerpo, somos alma, somos espíritu encarnado y somos carne espiritualizada. A nosotros esto nos conviene entenderlo para ver desde dónde reza el hombre: reza el hombre entero, sería un poco ridículo decir que reza el alma pero no reza el cuerpo.
. La oración tiene que brotar del interior del hombre y comprometer al hombre entero, nos indica el Catecismo que en más de mil sitios en la Escritura hablan de que la oración brota del corazón, comprometiendo al hombre entero.
Punto 2.563 El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito (según la expresión semítica o bíblica: donde yo “me adentro”). Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo. Es el lugar de la decisión, en lo más profundo de nuestras tendencias psíquicas. Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza.


. El hombre tiene niveles de interioridad, santa Teresa en el castillo interior nos viene a decir que en la habitación central del castillo a la que ya nadie puede entrar es el interior del corazón del hombre y es desde ahí donde tenemos que tomar esa relación con Dios. El corazón no es una mera afectividad superflua, el concepto bíblico del corazón es lo interior del hombre. Incluso el corazón contiene recuerdos, pensamientos, proyectos, decisiones, en mi corazón tengo tomadas decisiones, es más por ejemplo, en Eclesiástico 17,6 nos dice “Dios nos ha dado un corazón para pensar”, por eso cuando decimos nosotros que el corazón es solo sentir, son afectos, es cosa de nuestra cultura romántica. O por ejemplo acordémonos de cuando hablamos de “corazón endurecido” en la sagrada escritura que es lo mismo que opción de soberbia, cerrazón a la gracia…. es decir, corazón es mucho más que el mero romanticismo.



Punto 2.564 La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre.


. En Cristo se realiza la oración, el lugar de encuentro es Jesucristo. Hay que hacer oración de corazón, es decir que te comprometa tu vida entera cuando rezas y que no sea una oración superficial y hemos de hacer oración en el corazón de Cristo, es decir teniendo a Cristo como el lugar de la alianza en el que Dios ha hablado con el hombre y el hombre ha hablado con Dios, porque Jesús es ese puente tendido para que mi oración llegue a Dios y para que la Palabra de Dios llegue a mí.

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