Punto 2.565 En la nueva Alianza, la
oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente
bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo. La gracia del Reino es
“la unión de la Santísima Trinidad toda entera con el espíritu todo entero”
(San Gregorio Nacianceno, Oratio 16, 9). Así, la vida de oración es
estar habitualmente en presencia de Dios, tres veces Santo, y en comunión con
Él. Esta comunión de vida es posible siempre porque, mediante el Bautismo, nos
hemos convertido en un mismo ser con Cristo (cf Rm 6, 5). La oración
es cristiana en tanto en cuanto es comunión con Cristo y se extiende
por la Iglesia que es su Cuerpo. Sus dimensiones son las del Amor de Cristo
(cf Ef 3, 18-21).
.
Una definición gráfica de la oración es considerar la oración como la
respiración de la fe. Una razón por la que la oración sea la cuarta parte del
Catecismo puede ser que un punto capital para hacer bien la oración es que
tengamos una imagen autentica de Dios. Una de las razones por las que no
hacemos bien oración es porque partimos de una falsa visión de Dios, como un
Dios lejano, desinteresado de los problemas de los hombres, incluso como si
fuese enemigo de nuestra felicidad. Qué importante es trasmitir adecuadamente el
rostro de Dios revelado en Cristo que ama a los hombres, que está siempre cercano,
que busca misericordiosamente a la oveja perdida, si conocemos esa imagen
tendremos gusto en estar siempre con él y no habrá motivo para dejar la oración.
Por eso era importante primero revelar el rostro de Dios en el Credo, sino difícilmente
vamos a tratar de amistad con alguien en quien no confiamos, cuyo rostro no
conocemos.
.
Aristóteles decía que entre Dios y el hombre no puede haber amistad porque hace
falta una cierta igualdad y hay tal distancia entre ellos que es imposible que haya
una amistad. Esta lógica de Aristóteles era una lógica perfecta, solo que lo
que él no conocía es que Dios Padre se había revelado y que la cumbre de la
revelación se iba a producir en Jesucristo y que iba a tomar carne humana y que
iba a hablar de tú a tú con nosotros, y entonces sí que se puede tener amistad
con un Dios que se revela y se hace hombre, y por lo tanto oración, por eso es
muy importante de qué concepto de Dios parto. Jesucristo es la vida y nosotros
hemos sido creados con una pasión por la vida, luego es obvio que la oración tiene
que ser como el respirar de la fe. Es muy importante el anuncio del rostro de
Dios como alguien vivo y lo esencial del cristianismo es el encuentro con
Cristo vivo. No hay otro camino de oración que Cristo.
. Nos habla este punto de la oración como comunión con la Santísima Trinidad; el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son comunión entre ellos, viven en una
continua oración entre ellos, o sea, es el diálogo, es la amistad que hay entre
ellos. Nosotros por el misterio de la oración somos como metidos dentro de ese
diálogo intra trinitario, en esa amistad que hay entre ellos. Si conociéramos este
don le daríamos una importancia a la oración que ahora no se la estamos dando.
La oración es el cielo adelantado, el cielo es vivir en la presencia de Dios y ser
una sola cosa con él, y la oración me permite vivir esa presencia de una manera
velada, luego la oración es vivir el cielo aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario