Punto 30 "Alégrese el corazón de los que buscan a Dios" (Sal 105,3). Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, "un corazón recto", y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios.
. Hemos sido creados para buscar a Dios, quienes buscan la verdad buscan a Dios aunque no lo sepan. Dichoso sea el que busca. El deseo de conocer a Dios va a ser parcialmente satisfecho en esta vida. La vida es para buscar a Dios, la muerte es para encontrarle y la eternidad es para poseerle. El que busca, el que se cuestiona, el que lucha podrá ser feliz. El que busca, de alguna manera algo ya ha encontrado, porque si no has encontrado algo, no buscarías. Has saboreado un poco la grandeza de Dios que te ha dado un deseo grande de búsqueda.
. Aunque tú te olvides de Dios, El no deja de buscarte, no te olvida. A pesar de tu dejadez o pereza, de que te escondas de Dios por falta de confianza en El, de que corras detrás de ídolos como el sexo, el dinero,…, de que te rebotes contra Dios, a pesar de todo, Dios no deja de buscarte apasionadamente.
. Si el deseo de Dios lo tenemos inscrito de forma innata en nuestro corazón? Porqué hay personas que dicen que para ellos Dios no les dice nada y no tienen ninguna necesidad de Dios? Eso quiere decir que el sentido religioso no se ha desarrollado, ese deseo natural de Dios queda anestesiado por el influjo del mundo que está apartado de Dios. Y supondrá un esfuerzo intelectual y voluntarioso para poder llegar a descubrir a Dios. La inteligencia nos tiene que llevar a descubrir las verdades últimas, no solo para salir del paso. No utilizar la inteligencia para hacerse las preguntas claves de la vida de a dónde voy, de dónde vengo, qué sentido tiene esta vida y que vida hay más allá de la muerte, no afrontar esto, es utilizar la inteligencia para el utilitarismo, para ver cómo le saco más provecho al placer, a todos los progresos del hombre que le permitan tener mayor calidad de vida, pero es renunciar a las preguntas últimas del hombre. Tenemos que poner todo el esfuerzo en utilizar bien la inteligencia con un corazón limpio.
. El testimonio de otros nos debe enseñar a buscar a Dios, no tenemos que ser autodidactas. A nuestro alrededor hay testimonios suficientes, aunque el que no quiera buscar a Dios, no va a ver esas señales que Dios le envía.
. Si los medios de comunicación tomasen el compromiso de mostrar lo bueno de difundir los buenos testimonios y no estar centrados en todo lo negativo, tendrían un influjo muy grande en la búsqueda del bien y la verdad. Es mucho más fácil centrarse en lo negativo. Tenemos que ser un signo para que otros crean en Dios, que quién nos mire vea a Dios. El verdadero humilde es el que vive naturalmente, sin condicionarse por la mirada de los demás. Esa es la manera de dar testimonio.
. El consumismo lo tiene muy fácil con el hombre, se sirve del deseo de felicidad del hombre para incitarle a encontrar la felicidad fuera de Dios. Sin este deseo de felicidad las campañas publicitarias no tendrían efecto. Manipula el deseo de felicidad con Dios para encauzarlo fuera de Dios convirtiendo el materialismo en un sucedáneo del deseo de Dios. Vamos buscando experiencias de flor en flor, un rato en cada flor, pero sin poner nido en nada porque nada nos satisface plenamente, hasta que dejamos de buscar dónde no podemos encontrar y buscamos en Dios, y entonces en El encontramos la paz. He estado dando palos de ciego, no sabía ya donde buscar hasta que te he encontrado. Es la historia de S.Agustín.
. Es el ejemplo de Chesterton que buscó en todas partes hasta que encontró a Cristo, a algo que ya tenía en su bautizo. Es como el barco que sale de puerto a buscar y tras las tempestades acaba encontrado lo que buscaba, sin saber que ha vuelto al punto de partida.
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