martes, 5 de mayo de 2015

Catecismo 484-486. Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo…

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Punto 484 La Anunciación a María inaugura "la plenitud de los tiempos"(Ga 4, 4), es decir, el cumplimiento de las promesas y de los preparativos. María es invitada a concebir a aquel en quien habitará "corporalmente la plenitud de la divinidad" (Col 2, 9). La respuesta divina a su "¿cómo será esto, puesto que no conozco varón?" (Lc 1, 34) se dio mediante el poder del Espíritu: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti" (Lc 1, 35).

. La Anunciación inaugura la plenitud de los tiempos, en María se culmina el Antiguo Testamento. María es el alma santa que está en actitud de espera y de acogida para la realización del plan de Dios, en María todos los preparativos encuentran su realización plena. A María se le invita a concebir, es decir, Dios pide permiso para entrar y María se la abre. Dios podría haber entrado sin llamar pero pide permiso a María, nos pide nuestra colaboración. María pregunta: cómo será eso si no conozco varón?, pues Dios lo hará, tú confía en la obra que Dios ha preparado. María hace un acto de fe, acoge y colabora con el plan de Dios sin estorbar sin poner obstáculos. María nos enseña a ser dóciles para que Dios encuentre un lugar, un corazón, un alma en el que pueda llevar adelante su obra sin resistencias.

Punto 485 La misión del Espíritu Santo está siempre unida y ordenada a la del Hijo (cf. Jn 16, 14-15). El Espíritu Santo fue enviado para santificar el seno de la Virgen María y fecundarla por obra divina, él que es "el Señor que da la vida", haciendo que ella conciba al Hijo eterno del Padre en una humanidad tomada de la suya.

. Juan 16,14-15 “Cuando venga El, el espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa pues no hablará por su cuenta sino que hablará lo que oiga y os anunciará lo que ha de venir, Él me dará gloria  porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío, por eso os he dicho recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros”. En este texto nos damos cuenta que la misión de las personas divinas está plenamente conjugada entre ellas, en el momento de la encarnación, el Espíritu Santo interviene enviado por el Padre que está preparando la llegada del Hijo.

. Jesús dijo cuando estaba preparando su ascensión a los cielos que nos enviará el Espíritu Santo para que a nosotros nos fuera educando en la comprensión plena de la revelación de Jesucristo. Somos poco a poco educados y vamos creciendo en la comprensión.

. El Espíritu Santo santifica el seno de María sin dejar que caiga en el pecado. Es llena de gracia porque no había pecado alguno en ella. Luego el ES fecunda las entrañas de María y hace que María conciba sin concurso de varón. El ES no pone en el seno de María un embrión de forma milagrosa sino que ella es fecundada. Dios que crea de la nada, en esta ocasión no crea de la nada sino que crea de las entrañas de una mujer. Así Jesucristo es verdadero hombre porque nace de la Virgen María y es verdadero Dios porque es concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.

Punto 486 El Hijo único del Padre, al ser concebido como hombre en el seno de la Virgen María es "Cristo", es decir, el ungido por el Espíritu Santo (cf. Mt 1, 20; Lc 1, 35), desde el principio de su existencia humana, aunque su manifestación no tuviera lugar sino progresivamente: a los pastores (cf. Lc 2,8-20), a los magos (cf. Mt 2, 1-12), a Juan Bautista (cf. Jn 1, 31-34), a los discípulos (cf. Jn 2, 11). Por tanto, toda la vida de Jesucristo manifestará "cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder" (Hch 10, 38).

. La expresión ungido por el ES alcanza su plenitud en el caso de la concepción. En Mt 1,20 “..lo engendrado en ella es del ES, dará luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús”, aquí el ángel le dice a José que no tema tomar a María como esposa, Dios tiene el plan de que seas el padre protector de la sagrada familia. El ángel anuncia a José que tiene una misión. En Lucas 1.35 “…el ángel le respondió: el ES vendrá sobre ti, el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el que ha de nacer será santo y será llamado hijo de Dios”.


. En toda la vida de Cristo se va manifestando poco a poco, a los pastores, a los magos, al Bautista, a los discípulos, cómo Dios le ungió con el ES y con poder, cómo es el elegido, el ungido de Dios. Si Jesucristo no hubiese sido el ungido, las palabras y obra que realizó y nos transmitió serían inexplicables. Su origen tan especial, esa concepción virginal de María por obra del ES, es la que explica la forma en que Jesucristo obró, se manifestó, entró en relación con nosotros, como se presentó como revelador del Padre y como dador del ES, el mismo que había fecundado las entrañas de María. 

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