Punto 410 Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama (cf. Gn3,9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída (cf. Gn 3,15). Este pasaje del Génesis ha sido llamado "Protoevangelio", por ser el primer anuncio del Mesías redentor, anuncio de un combate entre la serpiente y la Mujer, y de la victoria final de un descendiente de ésta.
. Aquí se nos habla de cuál es la reacción de Dios tras la caída. La reacción de Dios nos descubre que en Dios no hay trampa, Dios es paciencia infinita, amor infinito. Lo primero que hace Yahveh es llamar a Adán “dónde estás?”, antes de decirle qué has hecho? Le quiere poner en su presencia. Nos enseña a que incluso después de haber pecado nos pongamos en presencia de Dios, no nos escondamos, ni huyamos.
. Al decir pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre la serpiente y la mujer, ésta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón. A este texto se le ha llamado el proto evangelio porque ha sido el primer anuncio de que vendrá un salvador. Hemos visto muchas veces la imagen de la Inmaculada pisando la cabeza de la serpiente como una aplicación concreta de este texto.
. En el génesis, aunque el autor que lo escribía no era consciente de lo que estaba por venir y de lo que estaba escribiendo, en el mismo momento del pecado de Adán y Eva se estaba anunciando al redentor, a Jesucristo. Vemos como la Sagrada Escritura solo puede leerse en plenitud desde Jesucristo.
Punto 411 La tradición cristiana ve en este pasaje un anuncio del "nuevo Adán" (cf. 1 Co 15,21-22.45) que, por su "obediencia hasta la muerte en la Cruz" (Flp 2,8) repara con sobreabundancia la desobediencia de Adán (cf. Rm 5,19-20). Por otra parte, numerosos Padres y doctores de la Iglesia ven en la mujer anunciada en el "protoevangelio" la madre de Cristo, María, como "nueva Eva". Ella ha sido la que, la primera y de una manera única, se benefició de la victoria sobre el pecado alcanzada por Cristo: fue preservada de toda mancha de pecado original (cf. Pío IX: Bula Ineffabilis Deus: DS 2803) y, durante toda su vida terrena, por una gracia especial de Dios, no cometió ninguna clase de pecado (cf. Concilio de Trento: DS 1573).
. La tradición cristiana ve en el pasaje del proto evangelio el anuncio del nuevo Adán. A Cristo se le llama el nuevo Adán y a María la nueva Eva. La tentación que podamos tener de que el mal tenga más fuerza que el bien, que el pecado triunfe no es verdad. María es la respuesta a esta tentación, en ella su sí compensa nuestro pecado, es mensaje de esperanza en el mismo momento en que el hombre peca.
Punto 412 Pero, ¿por qué Dios no impidió que el primer hombre pecara? San León Magno responde: "La gracia inefable de Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó la envidia del demonio" (Sermones, 73,4: PL 54, 396). Y santo Tomás de Aquino: «Nada se opone a que la naturaleza humana haya sido destinada a un fin más alto después de pecado. Dios, en efecto, permite que los males se hagan para sacar de ellos un mayor bien. De ahí las palabras de san Pablo: "Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" (Rm 5,20). Y en la bendición del Cirio Pascual: "¡Oh feliz culpa que mereció tal y tan grande Redentor!"» (S.Th., 3, q.1, a.3, ad 3: en el Pregón Pascual «Exultet» se recogen textos de santo Tomas de esta cita).
. Claro que Dios podía haber hecho al hombre sin posibilidad de pecar. Dios sabiendo cómo íbamos a utilizar nuestra libertad, sabiendo cuanto pecado y cuanto sufrimiento se iba a derivar de ello, pero también cuanto bien y cuanta santidad se iba a derivar de ello, Dios poniendo todo en la balanza decide crearnos libres. Eso quiere decir que el mal no triunfa sobre el bien, el bien es mucho más abundante que el mal. Es una prueba demostrativa de que en el mundo hay más bien que mal. Si Dios no nos crea libres, no podríamos ser santos, tampoco pecadores, seríamos parecidos a la naturaleza y los animales. Dios decidió crearnos libres sabiendo que le íbamos a dar más gloria por ser libres que disgustos por ser pecadores, y a título personal de cada uno, porque Dios es capaz de reconducir cada historia personal del pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario