lunes, 20 de abril de 2015

Catecismo 446-448. Señor I

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Punto 446 En la traducción griega de los libros del Antiguo Testamento, el nombre inefable con el cual Dios se reveló a Moisés (cf. Ex 3, 14), YHWH, es traducido por Kyrios ["Señor"]. Señor se convierte desde entonces en el nombre más habitual para designar la divinidad misma del Dios de Israel. El Nuevo Testamento utiliza en este sentido fuerte el título "Señor" para el Padre, pero lo emplea también, y aquí está la novedad, para Jesús reconociéndolo como Dios (cf. 1 Co 2,8).

. El título Señor nos resulta muy familiar, a veces incluso lo hemos convertido en una invocación, en un suspiro: “Señor, Señor”, a veces nos dirigimos así, y es casi como una forma familiar de dirigirnos a Jesucristo y desconocemos toda la trayectoria y confesión de fe que se esconde detrás de ese término que con tanta familiaridad utilizamos. En la traducción griega de los libros del AT el nombre de Yahveh es traducido por Kyrios (Señor). El nombre de Yahveh: cuando Dios reveló su nombre a Moisés que vemos en Ex 3,14. Kyrios en griego significa Señor, por lo que decir Señor es decir Yahveh.

. Identificamos la palabra Yahveh, plenitud de la revelación del Antiguo Testamento allí en el monte Sinaí, con el término Kyrios con el que nos referimos a Jesucristo.

Punto 447 El mismo Jesús se atribuye de forma velada este título cuando discute con los fariseos sobre el sentido del Salmo 109 (cf. Mt 22, 41-46; cf. también Hch 2, 34-36; Hb 1, 13), pero también de manera explícita al dirigirse a sus Apóstoles (cf. Jn 13, 13). A lo largo de toda su vida pública sus actos de dominio sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre los demonios, sobre la muerte y el pecado, demostraban su soberanía divina.

. El salmo 109 es un salmo que recalca la realeza de Cristo, Mesías y sacerdote. Es un salmo muy referido en el Antiguo Testamento, y nos inidica: “el Padre le dice al Hijo, siéntate a mi derecha y haré de tus enemigos estrados de tu pies”. El salmo 109 aparece en varios lugares de la sagrada escritura, es un salmo muy importante, es una gran profecía de que Jesús será constituido Señor, sentado a la derecha del Padre y comparte plenamente el señorío del Padre.

. También Jesús de manera explícita se dirige a los apóstoles atribuyéndose el término de Señor. En Jn 13,13 “…vosotros me llamáis el maestro y me llamáis el Señor, y decís bien…”, Jesús se identifica con dicho término, no lo rehúye. Si al mismo tiempo que Jesús se revelaba como Señor hacía milagros, entonces el término Señor alcanza un significado pleno, las palabras son acompañadas de hechos.

Punto 448 Con mucha frecuencia, en los evangelios, hay personas que se dirigen a Jesús llamándole "Señor". Este título expresa el respeto y la confianza de los que se acercan a Jesús y esperan de Él socorro y curación (cf. Mt 8, 2; 14, 30; 15, 22, etc.). Bajo la moción del Espíritu Santo, expresa el reconocimiento del misterio divino de Jesús (cf. Lc 1, 43; 2, 11). En el encuentro con Jesús resucitado, se convierte en adoración: "Señor mío y Dios mío" (Jn 20, 28). Entonces toma una connotación de amor y de afecto que quedará como propio de la tradición cristiana: "¡Es el Señor!" (Jn 21, 7).


. Hay pasajes del Nuevo Testamento que expresan respeto y confianza, hay otros que tienen un sentido más fuerte con un reconocimiento de la divinidad de Cristo y hay otros incluso que llegan a la adoración explícita. Es como un in crescendo, del respeto a la adoración. Por ejemplo el término Señor utilizado en Mateo 8,2 “…Señor si quieres puedes limpiarme…” aquí el leproso al dirigirse a Jesús, utiliza el término Señor en el sentido de respeto, confianza, admiración. Lo mismo en Mt 14,30 “..Señor sálvame…” como reconocimiento de algo más que respeto. En Lucas 1,43 se reconoce el misterio divino “ cuando Isabel le dice a María… bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme…”, está reconociendo que es el Señor el que está en las entrañas de la Virgen María. En Lc 2,11 “… no temáis os anuncio una gran alegría….hoy os ha nacido un gran salvador que es el Cristo Señor” ese que ha nacido es el Señor. 

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