sábado, 4 de julio de 2015

Catecismo 574-576. Jesús e Israel

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Punto 574  Desde los comienzos del ministerio público de Jesús, fariseos y partidarios de Herodes, junto con sacerdotes y escribas, se pusieron de acuerdo para perderle (cf. Mc 3, 6). Por algunas de sus obras (expulsión de demonios, cf. Mt 12, 24; perdón de los pecados, cf. Mc 2, 7; curaciones en sábado, cf. Mc 3, 1-6; interpretación original de los preceptos de pureza de la Ley, cf. Mc 7, 14-23; familiaridad con los publicanos y los pecadores públicos, (cf. Mc 2, 14-17), Jesús apareció a algunos malintencionados sospechoso de posesión diabólica (cf. Mc3, 22; Jn 8, 48; 10, 20). Se le acusa de blasfemo (cf. Mc 2, 7; Jn 5,18; 10, 33) y de falso profetismo (cf. Jn 7, 12; 7, 52), crímenes religiosos que la Ley castigaba con pena de muerte a pedradas (cf. Jn 8, 59; 10, 31).

. Los evangelios insisten en que Jesús es el cumplimiento de las escrituras, es importante entender la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, era importante saber si Jesús era el mesías esperado tal y como muchos en Israel habían reconocido, o si era un impostor y tenían que esperar otro mesías. Es decir, si el cristianismo era una religión distinta del judaísmo o el cumplimiento del judaísmo. Jesús no se salió de la religiosidad que le habían enseñado sino que más bien era el cumplimiento de toda la promesa hecha a Israel. Jesús entiende que Israel no es un pueblo por encima de los demás sino que Israel está llamado a ser el instrumento desde el que Dios llegase a todos los pueblos. En Jesucristo Israel deja de tener fronteras concretas y pasa a coincidir con el mundo entero, el ser pueblo elegido era ser instrumento de transmisión y en Cristo el pueblo elegido extiende sus fronteras a toda la tierra.

. En 1ª Corintios 15, 1-11 algunos entienden que es la confesión de fe más antigua que conservamos en el Nuevo Testamento, dice: “Hermanos, les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles. Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se la anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano. Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles”. San Pablo insiste en que todo sucedió según las Escrituras. Pablo se dirige a una comunidad que estaba en conflicto y les escribe para poner orden entre ellos, haciendo referencia o recordando que ha recibido una tradición que a su vez se la ha transmitido, es decir, están predicando lo que han recibido y lo básico es que Cristo murió por nosotros según las Escrituras y resucitó según las Escrituras… de tal manera que la prueba de la veracidad de los que se predicaba es que en dicha predicación se está cumpliendo lo que estaba anunciado en el Antiguo Testamento.

Punto 575 Muchas de las obras y de las palabras de Jesús han sido, pues, un "signo de contradicción" (Lc 2, 34) para las autoridades religiosas de Jerusalén, aquéllas a las que el Evangelio de san Juan denomina con frecuencia "los judíos" (cf. Jn 1, 19; 2, 18; 5, 10; 7, 13; 9, 22; 18, 12; 19, 38; 20, 19), más incluso que a la generalidad del pueblo de Dios (cf. Jn 7, 48-49). Ciertamente, sus relaciones con los fariseos no fueron solamente polémicas. Fueron unos fariseos los que le previnieron del peligro que corría (cf. Lc 13, 31). Jesús alaba a alguno de ellos como al escriba de Mc 12, 34 y come varias veces en casa de fariseos (cf. Lc7, 36; 14, 1). Jesús confirma doctrinas sostenidas por esta élite religiosa del pueblo de Dios: la resurrección de los muertos (cf. Mt 22, 23-34; Lc 20, 39), las formas de piedad (limosna, ayuno y oración, cf. Mt 6, 18) y la costumbre de dirigirse a Dios como Padre, carácter central del mandamiento de amor a Dios y al prójimo (cf. Mc 12, 28-34).

. Los apóstoles insisten en su primera predicación que Jesús estaba dando cumplimiento a la Sagrada Escritura. En el discurso de Pedro al sanedrín en Hechos 4,8-12: Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue curado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos. El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación», es decir, Jesús es presentado por Pedro como la piedra desechada por los arquitectos que se ha convertido en piedra angular. Esto es una referencia al Antiguo Testamento y los que le estaban escuchando lo estaban entendiendo a la perfección y saben que en el salmo 118 versículo 22 se dice: “la piedra que los constructores desecharon se ha convertido en piedra angular” y  en Isaías 28, 16 se dice: “… asi dice el señor Yahveh, he aquí que yo pongo por fundamento en Sión  una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental, quien tuviere fe en ella no vacilará”. Pedro está haciendo referencia a que Jesús es aquélla piedra angular de la que se habló en el Antiguo Testamento y de la que se predijo que iba a ser un fundamento firme para construir toda la casa.

. La piedra angular es la piedra en la que se sostienen todas las bóvedas, es la piedra centra en la que las paredes se apoyan unas a otras y en vez de caerse se dan consistencia mutúa. Jesús es la piedra angular en el que se junta el Antiguo y Nuevo Testamento, el pueblo elegido y el resto de naciones. La piedra angular es desechada por una parte importante del pueblo de Israel. Jesús será un signo de contradicción pues es una piedra en la que algunos tropezarán por su obcecación, por su orgullo y otros harán de esa piedra la piedra de fundamento de todo su edificio, harán de ella la piedra angular de su vida.

. En Juan 20,8-9 cuando Juan y Pedro llegan al sepulcro vacío se dice: “Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos”. Juan nos dice que hasta no ver el sepulcro vacío, no habían terminado de comprender el sentido profundo de las escrituras que ya anunciaban la resurrección de Jesús, es decir, el Antiguo Testamento no solo es una profecía del Nuevo Testamento sino que éste también hace comprender aquél. Hay multitud de referencias, de predicciones y promesas continuas y constantes que se cumplen en el NT que nos acompañan para ir comprendiendo en mayor profundidad la Sagrada Escritura. Santa Teresa decía que cada vez que leía las escrituras se le abrían en el entendimiento nuevas comprensiones que antes no había entendido, Dios cada vez que nos habla nos hace entender en mayor profundidad.   

Punto 576 A los ojos de muchos en Israel, Jesús parece actuar contra las instituciones esenciales del Pueblo elegido:
– contra la sumisión a la Ley en la integridad de sus prescripciones escritas, y, para los fariseos, según la interpretación de la tradición oral.
– contra el carácter central del Templo de Jerusalén como lugar santo donde Dios habita de una manera privilegiada.
– contra la fe en el Dios único, cuya gloria ningún hombre puede compartir.

. En la tradición de la iglesia además de las profecías se han dado las tipologías que son reflexiones que hace la iglesia en el momento presente, viendo en Jesús, comparando a Jesús con imágenes del Antiguo Testamento, por ejemplo viendo a Jesús como el nuevo Moisés porque Jesús ha sido el que ha conducido a la iglesia como Moisés condujo al pueblo de Israel haciéndole pasar el mar Rojo. El paso del mar Rojo es una tipología del bautismo, igual que en el paso del mar Rojo quedó enterrado el ejército de Egipto, en el bautismo queda enterrado el hombre viejo y sale el hombre nuevo. Otro ejemplo, en el 1º libro de Reyes 18, 14-16 se narra la multiplicación de la harina y el aceite:” Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo. Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías”. Cuando Jesús multiplica el pan se está viendo una tipología en Jesús del milagro que hizo Elías.

. Las profecías están expresamente recogidas en las escrituras y en las tipologías son los santos padres los que desde la comprensión global de la sagrada escritura las van entresacando a la luz del Espíritu Santo, ven en Jesús el cumplimiento de todos los pasajes del Antiguo Testamento. La lectura del Antiguo Testamento en esta clave nos da una riqueza de comprensión de toda la Biblia. Por ejemplo en el pasaje del tesoro escondido en el campo que narra Mateo dónde se vende todo para comprar el campo, San Ireneo dice que Cristo es el tesoro y las escrituras son el campo. Pidamos la luz del Espíritu Santo cada vez que leamos la Sagrada Escritura para poderla comprender en profundidad desde Cristo.


. Alguno de los motivos del rechazo a Jesús por parte del pueblo de Israel pueden ser el no haber entendido bien lo que significa ser el pueblo elegido en el sentido de abrir el mensaje de salvación para todos los pueblos y no solo para ellos, así como tener un concepto un tanto politizado del concepto del mesías, buscando una liberación política de los romanos cuando Jesús no les prometió una liberación en este sentido y se sintieron decepcionados.

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