domingo, 15 de marzo de 2015

Catecismo 290-292. La creación: obra de la Santísima Trinidad

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Punto 290 "En el principio, Dios creó el cielo y la tierra" (Gn 1,1): tres cosas se afirman en estas primeras palabras de la Escritura: el Dios eterno ha dado principio a todo lo que existe fuera de Él. Solo Él es creador (el verbo "crear" —en hebreo bara— tiene siempre por sujeto a Dios). La totalidad de lo que existe (expresada por la fórmula "el cielo y la tierra") depende de Aquel que le da el ser.


 . Todo cuanto ha sido creado está mantenido por Dios, ha tenido en El su origen, no hay nada que no tenga su origen en Dios. Dios creó el mundo por sí mismo, el hecho de crear solo tiene a Dios como autor, no es transferibleEl crear de la nada solo lo puede hacer Dios. Si el verbo y el ES son creadores también, pues es que son Dios también porque crear es cosa de Dios, no es transmisible el poder de creación. La acción está realizada por propia voluntad, no hay coacción, Dios podía haber hecho este mundo u otro. Y esta voluntad está ligada al designio de amor. El mundo fue creado en el tiempo  y por lo tanto no es eterno, tuvo un origen en el tiempo y en el espacio. Espacio y tiempo son creación de Dios. Dios está fuera del espacio y del tiempo, es como un pintor que pinta el mundo en un cuadro… algo así es Dios en la creación del mundo.

. Jesucristo en más de una ocasión en la sagrada escritura dice: en el principio Dios los creo hombre  y mujer, se remite a aquel primer momento como un lugar especial para conocer la voluntad creadora de Dios.  

Punto 291 "En el principio existía el Verbo [...] y el Verbo era Dios [...] Todo fue hecho por él y sin él nada ha sido hecho" (Jn 1,1-3). El Nuevo Testamento revela que Dios creó todo por el Verbo Eterno, su Hijo amado. "En él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra [...] todo fue creado por él y para él, él existe con anterioridad a todo y todo tiene en él su consistencia" (Col 1, 16-17). La fe de la Iglesia afirma también la acción creadora del Espíritu Santo: él es el "dador de vida" (Símbolo Niceno-Constantinopolitano), "el Espíritu Creador" (Liturgia de las Horas, Himno Veni, Creator Spiritus), la "Fuente de todo bien" (Liturgia bizantina, Tropario de vísperas de Pentecostés).

 . El evangelio de s Juan comienza diciendo: en el principio existía el Verbo, al igual que en el Génesis, solo que ahora en el nuevo testamento nos habla de Jesucristo, de la revelación del verbo, que en el antiguo testamento solo se asomaba, no había llegado la plenitud de la revelación en Jesucristo. La gran afirmación del NT es la centralidad de Jesucristo y que el Verbo estaba desde el principio en la acción creadora del mundo.

 . Juan Pablo II decía que crear significa donar, y el que dona, amaDios nos ha dado la existencia, es un regalo, y el que dona lo hace por amor. Amas todo cuanto existe y nada aborreces de lo que has hecho porque si Tú hubieras odiado alguna cosa no la habrías creado, todo cuanto existe vio Dios que era bueno y porque era bueno lo creó, si no fuera bueno no lo habrías creado. Decir que Dios es creador o amador es lo mismo, Dios regala gratuitamente, el amor de Dios es desinteresado, mira el bien por el bien. El motor del mundo es el amor, es la razón de ser de este mundo, por eso cuando no vivimos conforme al amor esto chirría, si pretendes vivir por intereses particulares no vamos a ser felices nunca.  

Punto 292 La acción creadora del Hijo y del Espíritu, insinuada en el Antiguo Testamento (cf. Sal33,6;104,30; Gn 1,2-3), revelada en la Nueva Alianza, inseparablemente una con la del Padre, es claramente afirmada por la regla de fe de la Iglesia: "Sólo existe un Dios [...]: es el Padre, es Dios, es el Creador, es el Autor, es el Ordenador. Ha hecho todas las cosas por sí mismo, es decir, por su Verbo y por su Sabiduría", "por el Hijo y el Espíritu", que son como "sus manos" (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 2,30,9 y 4, 20, 1). La creación es la obra común de la Santísima Trinidad.


 . El Hijo y el ES son como las manos del Padre, es decir, el Padre crea el mundo a través de sus “dos manos” que son el Hijo y el ES.

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