Punto 306 Dios es el Señor soberano de su designio. Pero para su realización se sirve también del concurso de las criaturas. Esto no es un signo de debilidad, sino de la grandeza y bondad de Dios todopoderoso. Porque Dios no da solamente a sus criaturas la existencia, les da también la dignidad de actuar por sí mismas, de ser causas y principios unas de otras y de cooperar así a la realización de su designio.
. Por una parte se afirma la soberanía de Dios, que actúa por su propia voluntad, la soberanía no es lo mismo que capricho o gana sino que se identifica con el amor como motor de sus obras. Dios es soberano, no le ata nada, está por encima de todas las cosas .Al mismo tiempo se dice que Dios no actúa aislado o individualista en la forma de llevar las cosas, su soberanía tiene la capacidad de implicarnos a todos en su obrar, en seguida nos introduce en su comunidad, nos asocia a su obrar. Por ejemplo un buen padre no es el que por amor a sus hijos se lo da todo hecho, esto un pecado de padre, de sobreprotección de hacer a los hijos inútiles, es un amor mal planteado, el verdadero amor paternal es hacer a sus hijos corresponsables de la tarea de la familia. Es conseguir que el hijo se dignifique participando de la responsabilidad que tiene sus padres.
. A veces a nosotros nos es más practico no pedir ayuda porque me van a dar más trabajo de lo que me van a ayudar, prefiero hacerlo yo a mi manera que pedir ayuda. Quita que ya lo hago yo solo! Tenemos un sentido individualista al que le cuesta saber aprender a delegar y preferimos trabajar nosotros más. Pero es que nosotros a Dios no le estorbamos!. El estilo de Dios es el de asociarnos a su obra e integrarnos con él, Dios suscita en nosotros colaboración.
. Todas las obras en las que estamos entregados en nuestro día a día son obras nuestras y son obras de Dios, las dos cosas son verdad al mismo tiempo, Dios es la causa primera y nosotros con las criaturas somos las causas segundas. De ordinario Dios lleva adelante su obra a través de las causas segundas, que son las criaturas a través de las propias leyes de la naturaleza, a través del concurso de nuestro obrar, y en la medida en que buscamos la santidad somos mejores cooperadores con Dios y si no estamos estorbando.
. Dios es la causa primera pero nosotros somos la causa segunda y de ordinario Dios actúa en el mundo a través de las causas segundas. Dios no solo da a este mundo la existencia, sino que le da la dignidad de participar en su obra.
Punto 307 Dios concede a los hombres incluso poder participar libremente en su providencia confiándoles la responsabilidad de "someter'' la tierra y dominarla (cf Gn 1, 26-28). Dios da así a los hombres el ser causas inteligentes y libres para completar la obra de la Creación, para perfeccionar su armonía para su bien y el de sus prójimos. Los hombres, cooperadores a menudo inconscientes de la voluntad divina, pueden entrar libremente en el plan divino no sólo por sus acciones y sus oraciones, sino también por sus sufrimientos (cf Col 1, 24). Entonces llegan a ser plenamente "colaboradores [...] de Dios" (1 Co 3, 9; 1 Ts 3, 2) y de su Reino (cf Col 4, 11).
. Esa manera que tiene Dios a asociarnos a su obra como causas segundas puede ser de forma consciente o inconsciente, pero lo más propio es que nosotros colaboremos con Dios libre y conscientemente, de disfrutar colaborando y dar gloria a Dios. A veces la conversión cristiana de personas que se han encontrado con Cristo consiste en que básicamente después de ese encuentro su vida es casi idéntica a antes de esa conversión, pero ahora uno entiende que Dios actúa en uno y que Dios se sirve de uno como instrumento para llegar a los demás, si trabajo ya no es solo por un sueldo a fin de mes, sino trabajo para mejorar el mundo para aportar mi granito de arena al bien común y para dar gloria a Dios en última instancia, es decir, aunque materialmente haga lo mismo, ha cambiado el principio formal de la vida.
. Algo que nos puede sorprender es en Col 1,24, que nosotros somos cooperadores de la voluntad divina incluso también desde los sufrimientos, algo que solo entendemos desde la cruz de Cristo. Somos colaboradores no solo de la creación sino también de la redención. Dios nos asocia a la redención de Jesucristo, nos hace partícipes de la pasión de Cristo.
. Nos cuesta entender que las personas a nuestro alrededor están colaborando con Dios en lugar de con uno mismo. Cuando uno cree en la verdad le lleva a ser muy humilde, somos instrumentos de Dios, entendemos que las acciones de tu vida no son para atraer sobre uno las miradas ni la atención de la gente sino para llevar a los que le rodean a la verdad. Mientras que el que no cree en la verdad lo que hace es atraer hacia uno mismo a los que le rodean para ser uno el centro de gravedad. Esta perspectiva nos hace ser muy humildes en esa conciencia de que somos instrumentos de Dios.
Punto 308 Es una verdad inseparable de la fe en Dios Creador: Dios actúa en las obras de sus criaturas. Es la causa primera que opera en y por las causas segundas: "Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece" (Flp 2, 13; cf 1 Co 12, 6). Esta verdad, lejos de disminuir la dignidad de la criatura, la realza. Sacada de la nada por el poder, la sabiduría y la bondad de Dios, no puede nada si está separada de su origen, porque "sin el Creador la criatura se diluye" (GS 36, 3); menos aún puede ella alcanzar su fin último sin la ayuda de la gracia (cf Mt 19, 26; Jn 15, 5; Flp 4, 13).
. El texto de Filipenses que afirma que Dios es quien obra en nosotros el querer y el obrar como bien le parece, de manera que cuando tomamos una decisión libre de obrar el bien, esta decisión es tuya pero Dios también te la ha inspirado, y es tan tuya como de Dios, los deseos de bondad que tienes son tuyos y han sido sugeridos por Dios. No es solo inspirar sino que también sostiene tu obrar, te inspira una obra buena y no te dice ahora hazla tú sino que te acompaña en la realización de esa obra buena. Solo Dios es capaz de inspirar y acompañar nuestro obrar sin que al mismo tiempo anule nuestra libertad.
. Sin el creador la criatura se diluye, Mt19,26 “para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible”, nada somos sin la gracia de Dios. En la abundancia o en la escasez, con la gracia de Dios voy entendiendo que soy instrumento de Dios y colaborador con Dios haciendo uso de todos mis talentos, porque cuando uno es consciente que Dios es quien te inspira y te mueve eso te ayuda a desarrollar todos tus talentos, pero cuando dejas de ser consciente que Dios te inspira y te mueve hay un riesgo muy grande de enterrar los talentos.
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