Punto 388 Con el desarrollo de
la Revelación se va iluminando también la realidad del pecado. Aunque el Pueblo
de Dios del Antiguo Testamento conoció de alguna manera la condición humana a
la luz de la historia de la caída narrada en el Génesis, no podía alcanzar el
significado último de esta historia que sólo se manifiesta a la luz de la
muerte y de la resurrección de Jesucristo (cf. Rm 5,12-21). Es
preciso conocer a Cristo como fuente de la gracia para conocer a Adán como
fuente del pecado. El Espíritu-Paráclito, enviado por Cristo resucitado, es
quien vino "a convencer al mundo en lo referente al pecado"
(Jn 16,8) revelando al que es su Redentor.
. El pecado original no es una cuestión menor, es esencial, es una verdad de fe. Cuando el Espíritu Santo da la gracia de la conversión a alguien, éste abraza la fe totalmente, no un poco, no dice creo en esto sí pero en esto no, no empieza a hacer una selección de verdades. Cuando se recibe el toque de la conversión, la revelación de Dios, se abraza la plenitud de la revelación. La revelación tenemos que razonarla para entenderla mejor, no para ponerme por encima de ella.
. La revelación no ha sido instantánea, ha sido paulatina y nosotros hemos nacido cuando la plenitud de la revelación estaba completada, somos unos privilegiados en este aspecto. Ante esto hay un drama que es la ignorancia, la falta de inquietud y desinterés por la escritura. No tener interés por saber nos delata la enfermedad de nuestro corazón. Se nos invita a leer Rom5, 12-21 donde se indica: “lo mismo que por un hombre entro el pecado en el mundo… “ donde se compara a Jesucristo con Adán, es el segundo Adán. Para entender al primer Adán hay que conocer al segundo Adán. La Biblia se entiende mejor desde el final hacia el principio que al revés. Si por un hombre entró el pecado, por Jesucristo que se une a nuestra condición humana entra la gracia.
. El Paráclito es enviado por Jesucristo, que deja convencido al mundo en lo referente al pecado. Se refiere a que nosotros sin la luz del Espíritu Santo no terminamos de entender el misterio del pecado. Sta Teresa dice que el pecado solo se ve a la luz de Dios, por eso suele ocurrir en nuestra vida que uno se siente más pecador cuanto más cerca está de Dios y paradójicamente, cuanto más lejos está de Dios, cuanto más pecador es, menos pecador se ve. Esto pasa porque no se tiene el punto de referencia de Dios y uno acaba tomando por normal todo. Sin la luz de Cristo uno no ve su pecado.
Punto 389 La doctrina del pecado original es, por así decirlo, "el reverso" de la Buena Nueva de que Jesús es el Salvador de todos los hombres, que todos necesitan salvación y que la salvación es ofrecida a todos gracias a Cristo. La Iglesia, que tiene el sentido de Cristo (cf. 1 Cor 2,16) sabe bien que no se puede lesionar la revelación del pecado original sin atentar contra el Misterio de Cristo.
. El tema del pecado original es como el anverso y el reverso de una moneda: el reverso de la moneda es la doctrina del pecado original y nuestros pecados personales, y el anverso es Cristo salvador. Ambas caras están unidas, no se puede hablar de Cristo salvador sin hablar del pecado, porque si yo no sé de qué me salva… de qué me ha salvado? de un catarro(con perdón)? Si niego el pecado estoy quitando toda la intensidad a la salvación de Cristo.
. La clave de explicación de Cristo está en la iglesia, tiene el sentido de Cristo porque el Espíritu Santo prometió que no dejaría huérfana a la iglesia, la asistiría, la acompañaría, llevaría a plenitud la comprensión de la predicación de Cristo, y en dos mil años así ha sido. Esto desenmascaa eso de Cristo, sí iglesia no, o pluralismo religioso sí pero religión revelada no. Detrás de esto se esconde algo que se está difundiendo mucho que es espiritualidad sí y religión no, o religión la que te convenga. No, no la clave está en el acontecimiento de la revelación, Cristo vino y se reveló, y vino a nosotros enviado por el Padre.
. El pecado original no es una cuestión menor, es esencial, es una verdad de fe. Cuando el Espíritu Santo da la gracia de la conversión a alguien, éste abraza la fe totalmente, no un poco, no dice creo en esto sí pero en esto no, no empieza a hacer una selección de verdades. Cuando se recibe el toque de la conversión, la revelación de Dios, se abraza la plenitud de la revelación. La revelación tenemos que razonarla para entenderla mejor, no para ponerme por encima de ella.
. La revelación no ha sido instantánea, ha sido paulatina y nosotros hemos nacido cuando la plenitud de la revelación estaba completada, somos unos privilegiados en este aspecto. Ante esto hay un drama que es la ignorancia, la falta de inquietud y desinterés por la escritura. No tener interés por saber nos delata la enfermedad de nuestro corazón. Se nos invita a leer Rom5, 12-21 donde se indica: “lo mismo que por un hombre entro el pecado en el mundo… “ donde se compara a Jesucristo con Adán, es el segundo Adán. Para entender al primer Adán hay que conocer al segundo Adán. La Biblia se entiende mejor desde el final hacia el principio que al revés. Si por un hombre entró el pecado, por Jesucristo que se une a nuestra condición humana entra la gracia.
. El Paráclito es enviado por Jesucristo, que deja convencido al mundo en lo referente al pecado. Se refiere a que nosotros sin la luz del Espíritu Santo no terminamos de entender el misterio del pecado. Sta Teresa dice que el pecado solo se ve a la luz de Dios, por eso suele ocurrir en nuestra vida que uno se siente más pecador cuanto más cerca está de Dios y paradójicamente, cuanto más lejos está de Dios, cuanto más pecador es, menos pecador se ve. Esto pasa porque no se tiene el punto de referencia de Dios y uno acaba tomando por normal todo. Sin la luz de Cristo uno no ve su pecado.
Punto 389 La doctrina del pecado original es, por así decirlo, "el reverso" de la Buena Nueva de que Jesús es el Salvador de todos los hombres, que todos necesitan salvación y que la salvación es ofrecida a todos gracias a Cristo. La Iglesia, que tiene el sentido de Cristo (cf. 1 Cor 2,16) sabe bien que no se puede lesionar la revelación del pecado original sin atentar contra el Misterio de Cristo.
. El tema del pecado original es como el anverso y el reverso de una moneda: el reverso de la moneda es la doctrina del pecado original y nuestros pecados personales, y el anverso es Cristo salvador. Ambas caras están unidas, no se puede hablar de Cristo salvador sin hablar del pecado, porque si yo no sé de qué me salva… de qué me ha salvado? de un catarro(con perdón)? Si niego el pecado estoy quitando toda la intensidad a la salvación de Cristo.
. La clave de explicación de Cristo está en la iglesia, tiene el sentido de Cristo porque el Espíritu Santo prometió que no dejaría huérfana a la iglesia, la asistiría, la acompañaría, llevaría a plenitud la comprensión de la predicación de Cristo, y en dos mil años así ha sido. Esto desenmascaa eso de Cristo, sí iglesia no, o pluralismo religioso sí pero religión revelada no. Detrás de esto se esconde algo que se está difundiendo mucho que es espiritualidad sí y religión no, o religión la que te convenga. No, no la clave está en el acontecimiento de la revelación, Cristo vino y se reveló, y vino a nosotros enviado por el Padre.
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